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Las posibilidades empresariales en la mayor de las Antillas

Los inversores de la región ponen los ojos en Cuba tras el desbloqueo

El desbloqueo de relaciones entre el régimen castrista y EE UU abre crecientes posibilidades para la inversión y la exportación al país caribeño

Antonio Sabino, responsable de la empresa asturiana de suministros electrónicos Eleksa y expresidente de la Cámara de Comercio de Avilés, es uno de los veteranos de la ruta entre Asturias y Cuba. Un camino comercial que últimamente se han propuesto desbrozar numerosas compañías de la región para intentar sacar tajada de la nueva política aperturista del régimen castrista.

La primera vez que Sabino intentó hacer negocio en La Habana era el año 1993. "Eran otros tiempos y algunos tuvimos que asumir bastante riesgo para venir aquí, pero ahora tenemos una facturación importante", asegura. Por riesgos se refiere, sobre todo, a problemas para cobrar y alguna que otra traba del Gobierno de Fidel Castro.

Pero ahora el horizonte económico de la isla se va despejando para quien llegue de fuera. El empresario asturiano ha pasado esta última semana en la Feria Internacional de La Habana (Fihav) junto a otras cinco compañías de la región. Un evento en el que Cuba intentó transmitir al mundo que está cada vez más receptiva a acoger negocios extranjeros, sobre todo de Estados Unidos.

"Otros años por aquí no venía nadie". Quien habla es otro de los empresarios asturianos que participaron en la feria, Francisco Covarruvias, director de desarrollo de mercados internacionales de la ingeniera Isastur. Su compañía lleva ya cinco años en el país haciendo negocio en el sector eléctrico de la mano de un socio local, la Unión Nacional Eléctrica. "A nosotros nos ha ido bastante bien aquí. Es un país en el que hay muchas cosas por hacer, sobre todo en materia de infraestructuras", destaca. Isastur ha participado ya en la construcción de seis subestaciones eléctricas en el último lustro.

Antes, pocos dirigentes internacionales se acercaban a esa feria cubana, pero este año muchos se han apuntado a la foto de autoridades. Sin ir más lejos, a la inauguración acudieron dos pesos pesados del Gobierno español, el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el de la cartera de Industria, José Manuel Soria, en un evidente gesto de acercar posturas diplomáticas y comerciales con el país.

Pero el apetito de las empresas asturianas y de otras muchas procedentes de otros puntos del planeta por este mercado caribeño se acrecentó desde una fecha muy concreta: el 17 de diciembre de 2014. Ese día el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó restablecer las relaciones diplomáticas con la isla y abrir una Embajada en La Habana. Se ponía fin a más de medio siglo de embargo económico y se despertaba el interés comercial de medio mundo. Muestra de esta hambre de Cuba es que en esta edición la feria batió récord de participación de empresas españolas (156, el doble que un año antes) que intentan tomar posiciones ante el previsible despegue social y económico del país. Seis de ellas eran asturianas: Candás Import Export, Isastur, Ruiferpa, Eleksa, Talleres Luman y BricoCook.

Antonio Sabino asegura que el turístico es el sector con un mayor potencial de recorrido ahora en la isla. "Están desbordados. Los hoteles del país reciben unos tres millones de turistas al año. Están a tope de su capacidad, y eso va a beneficiar a otros sectores porque, por ejemplo, esos establecimientos necesitarán, entre otras cosas, aire acondicionado", destaca.

A la apertura del país también ha contribuido el Gobierno, ahora en manos de Raúl Castro. En sus últimas reformas ha facilitado, entre otras cosas, que los cubanos puedan convertirse en autónomos en ciertas actividades, y les ha levantado las restricciones para poder comprar ciertos bienes, como vehículos o motocicletas, unas transacciones que hasta ahora estaban tasadas por "papá" Estado. A paso de tortuga aún, pero la apertura comercial comienza a dejarse ver.

Este nuevo ideario económico y social, en el que se incluyen estas medidas, fue aprobado por el Partido Comunista que gobierna en la isla allá por 2011 y ha ido llegando gota a gota a la población. Últimamente estos cambios han ido cogiendo velocidad, especialmente desde que Estados Unidos comenzó a abrirse a las relaciones con el país.

Esta semana, durante la inauguración de la feria, el ministro de cubano de Comercio e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, aseguró que "el fin del bloqueo será un paso a favor de las relaciones económicas internacionales".

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