Alto nivel de formación, cultura de diálogo social y "capacidad de localización de industrias con chimeneas". Esos son los tres principales activos económicos de Asturias a juicio de Vicente Luque Cabal, que ayer recibió en el paraninfo de la Universidad de Oviedo el premio de "Ingeniero del año" en Asturias 2015. La distinción reconoce una larga trayectoria desarrollada principalmente en la Escuela de Minas de Oviedo, Hunosa y en la dirección de Energía y Transportes de la Comisión Europea. Un camino más corto es el recorrido Ignacio Secades Riestra, fundador de la empresa Roboticssa, que ayer recibió el mismo galardón pero en la nueva categoría de proyección de futuro.

Luque reclamó a la sociedad "confianza" en las capacidades de los ingenieros para construir el progreso, ya que "que están acostumbrados a gestionar los riesgos". Destacó que en siglo XXI el perfil del ingeniero debe reunir excelencia técnica y práctica; compromiso con los valores democráticos y de transparencia, y capacidad para convertirse en gestor de proyectos y empresas. Además señaló que debe estar comprometido con el desarrollo sostenible. Destacó que la protección del medio ambiente es uno de los pilares de la Unión Europea y se refirió a la exhaustiva reglamentación en la materia. "Cumplida la legislación, hay que dejar avanzar los proyectos", señaló Luque en referencia "a los intereses de grupos que nos impiden desarrollar nuestro trabajo".

El ingeniero afirmó que Asturias tiene "una larga tradición industrial" y que ello le permite dispones de tres "importantes" activos. En primer lugar una alta capacitación. En segundo lugar una "buena" cultura de diálogo entre agentes sociales "con unos sindicatos y empresarios maduros". Y en tercer lugar que "todavía hay capacidad de localización de industrias con chimeneas". Según Luque "ahora mismo eso es difícil encontrarlo en Europa y es un valor que hay que mantener".

El galardonado afirmó que el Principado "debe mirar al futuro" con una visión geográfica "muy amplia". Destacó las oportunidades que se abren en el área atlántica -con la apertura de la nuevas esclusas del canal de Panamá y el previsible incremento del tráfico marítimo- y la necesidad de estar dentro de los nueve corredores de transporte de mercancías que se están configurando en Europa para unir los puertos con líneas ferroviarias. También destacó la importancia de las estrategias de especialización inteligente y la necesidad de que las empresas aprovechen los fondos del conocido como "plan Junker".

Luque cerró su discurso señalando que el otro premiado, Ignacio Secades, "representa el futuro" y lo que la universidad puede aportar a la región. Secades habló de su trayectoria. De su paso por la Politécnica de Gijón y de su beca Erasmus en Alemania, donde empezó su trayectoria profesional en empresas multinacionales. "Decidí regresar a Asturias y convertirme en emprendedor, paso previo a ser empresario", señaló Secades sobre los inicios de Roboticssa, una empresa de robótica y procesos de fabricación "que invierte el 50% de sus recursos en I+D", que cuenta con 10 trabajadores, casi todos ingenieros, y que ha desarrollado proyectos para multinacionales como Ferrero o Airbus. Secades recibió el galardón de manos del rector Vicente Gotor, que presidió el acto acompañado de Isaac Pola, director general de Energía del Principado; José María Quirós, presidente de Caja Rural de Asturias; Enrique Macián, presidente de Du Pont Ibérica; Juan Vicente Piñera, director de Fluor Asturias, y Juan Carlos Campo, director de la Escuela Politécnica de Gijón.