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EL JUEGO

El mundo virtual del manitas Blu

La gijonesa Cui Cui Studios diseña juegos con métodos pedagógicos para que los niños mejoren su inteligencia

El mundo virtual del manitas Blu

Blu es un muñequito azul, parecido a un peluche, que se define como un manitas y un inventor. De hecho, en el mundo virtual que ha creado la empresa gijonesa Cui Cui Studios, tiene un pequeño taller, pero su labor no es hacer reparaciones ni nada parecido, sino fomentar la inteligencia de los más pequeños. Forma parte de una especie de animalillos virtuales que la compañía ha bautizado como los "boogies" y que viven en un pequeño pueblo inventado repleto de juegos que los escolares deben completar con el objetivo de ir mejorando en sus habilidades mentales. Ahora, este joven estudio (sólo lleva dos años de actividad) está a punto de publicar un ambicioso videojuego didáctico llamado "Boogies Academy", en el que lleva meses trabajando y que quiere replicar en breve con una versión para adultos.

Esta combinación de juego y aprendizaje les ha valido para ser una de las empresas ganadoras de un certamen de jóvenes emprendedores que convoca el Instituto Nacional de la Juventud, un organismo que depende del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales. "El jurado destacó que nuestra idea era muy innovadora y que todos éramos jóvenes", señala con orgullo Norman Suárez, cerebro y director de la compañía. La plantilla, formada por informáticos, diseñadores gráficos y pedagogos, tiene una media de edad ligeramente superior a los 27 años. El galardón, dotado con 25.000 euros, se lo disputaron un millar de empresas españolas.

La idea central del proyecto, explica Suárez, es potenciar, mejorar y estimular las diferentes inteligencias de los niños: la lógica matemática, la lingüística, la visual, la corporal, la musical, la inter e intrapersonal y la ligada a comprender las características del medio natural que rodea a los más pequeños. En conseguir encajar todas estas piezas tiene un papel destacado el pedagogo del grupo, Pablo Garmen. "Él es el que diseña los juegos y las tareas, luego el equipo creativo es el que se encarga de llevarlo a la práctica", señala Suárez.

Ya tienen varios pequeños juegos educativos a la venta, pero están a sólo unas semanas de sacar al mercado "Boogies Academy", un proyecto con el que esperan dar un gran salto de calidad. Con este juego, para plataformas móviles (teléfonos y tabletas), el niño podrá crear su propio "boogie", elegir el color y su apariencia física. Éste será el encargado de interactuar con los demás personajes virtuales.

El habilidoso Blu no es el único habitante del mundo virtual diseñado por la empresa gijonesa. También están Lou, un amo de casa amante de los dulces; Pik, una granjera que vive rodeada de animales y plantas; Yog, un músico al que le gustan los deportes, y el abuelo, que enseña a los demás a mejorar sus capacidades. Cada uno de ellos tiene desarrollado algún tipo de inteligencia y ayuda a los niños a estimular la suya a través de diferentes pruebas.

Cui Cui lleva varias semanas probando el juego en varios colegios de Oviedo y Gijón, con muy buenas críticas, según resaltan los creadores. Su público objetivo son escolares de entre 6 y 8 años. "Estamos dedicando febrero a hacer todas las pruebas que sean necesarias para que nada falle y ya en marzo hacer el lanzamiento definitivo", destaca.

Dentro del propio juego hay algunos clásicos como sopas de letras o el ahorcado. Otros son más novedosos. Uno consiste, por ejemplo, en transportar unos residuos tóxicos con mucho cuidado para evitar que los bidones caigan y dañen el entorno. En otro, los pequeños tienen que poner cubos debajo de las goteras en función de su sonido. Las pruebas van complicándose cada vez que el niño las contempla.

Los padres o profesores también tienen un papel importante en el juego. "Mediante una clave pueden acceder a las estadísticas del juego y controlar cuál es la inteligencia que tienen más desarrollada los pequeños y cuál necesitan reforzar", resalta Suárez.

Tan buenas críticas están recibiendo con su propuesta que ya están preparando una versión del juego dirigida al público adulto. Para ello están dándole una vuelta de tuerca tanto al diseño como a las pruebas que se proponen. Aunque, puntualiza Suárez, "la filosofía y el objetivo serán los mismos". Y destaca: "Se tratará de medir algunas variables psicológicas, como el liderazgo, el trabajo en equipo o las capacidades mentales". También están en pleno contacto con la Universidad de Oviedo, que les está echando una mano con la parte más pedagógica y educativa del proyecto. Su labor innovadora y creativa les llevó a representar a España en la llamada Creative Business Cup, un certamen que se celebró a finales del año pasado en Dinamarca y en el que compitieron con "start ups" (compañías con pocos recursos económicos pero con un enorme potencial de crecimiento) de otros catorce países. En este certamen quedaron finalistas, el premio se lo llevó una compañía sueca.

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