Los sindicatos esperan que los ajustes que pueda adoptar Arcelor-Mittal para conseguir que sus plantas asturianas sean más productivas y hacer frente a la competencia China sean "mínimos". Prevén además que, de producirse, se concentren en los talleres de largos de Gijón, donde la cartera de pedidos empieza a flojear. El nuevo responsable de la multinacional en el suroeste de Europa, el asturiano José Manuel Arias, mantendrá hoy una reunión con los representantes sindicales para analizar la marcha de las plantas regionales y presentarles las previsiones que se manejan para los próximos trimestres. El encuentro se produce unas semanas después de que la compañía anunciara que va a desarrollar un plan de ajustes "planta por planta" para tratar de ser más eficientes, y unos días más tarde de que se hiciera público que se va a suprimir un turno de trabajo en el tren de carril y que se preparan más ajustes en el alambrón.

Los representantes de los trabajadores defienden a capa y espada las fortalezas de las plantas asturianas, frente a la competencia que llega desde China en forma de acero barato. "No creo que los chinos hagan acero de cabeza endurecida o alambrón de una calidad tan alta como el que se fabrica en Asturias", asegura el portavoz de UGT, Iñaki Malda. Y añade: "Tenemos que aprovechar nuestra excelencia, en caso contrario estamos muertos, porque el acero para la industria lo hace cualquiera".

No obstante, la compañía justificó ayer que la decisión de suprimir un turno del tren de carril se debe a que la cartera de pedidos ha descendido por la expectativa que tienen muchos clientes de que los precios puedan seguir bajando. El responsable de CC OO, José Manuel Castro, asegura que "la situación es complicada, empieza a fallar la cartera de pedidos de los productos largos (que se fabrican principalmente en Gijón), pero la de planos está bastante bien". Por eso, las centrales prevén que si se produce algún ajuste a corto plazo pueda concentrarse en Veriña.

"El problema realmente son los precios", señala el portavoz de USO, Segis Lorenzana, que asegura también que de haber algún ajuste éste será "mínimo". Las centrales esperan que la situación comience a mejorar en el segundo trimestre.

El encuentro servirá también para chequear el estado en el que se encuentran las inversiones previstas para las plantas asturianas, estiman los sindicatos. Iñaki Malda asegura que "un termómetro para saber si la situación es realmente mala es el de las inversiones; si se suspenden es que la cosa es grave, pero las de aquí no sólo no están en peligro sino que esperamos que sean ratificadas". También José Manuel Castro se manifiesta en la misma línea. "Los trabajos previos para mejorar el tren de carril y para ampliar la acería ya han empezado; lo único que nos preocupa es que aún no conocemos la fecha para que se inicie la reconstrucción de las baterías de coque de Gijón", destacó el sindicalista.