El precio de las patatas, el aceite y el pescado fresco ha subido como la espuma en el último año. La cesta de la compra asturiana se encareció un 1,4% en febrero en comparación con el mismo mes de 2015, según las cuentas del índice de precios de consumo (IPC), que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y el coste de algunos de los productos más habituales en el carrito del supermercado se alzó por encima del 7%.

Eso sí, el petróleo ha provocado que la tasa general de inflación cerrara el mes en negativo. Descendió un 0,9% en la región debido a que los precios derivados del transporte (por el bajón del gasóleo y la gasolina) se redujeron un 4,8%, mientras que los de la vivienda cayeron un 7,1%. Esto último se debe al abaratamiento del precio de la luz.

El aceite lideró las subidas en la cesta de la compra con un alza del 21,9%, seguido de las patatas (17,7%), del pescado (8,7%) y la fruta en conserva y frutos secos (7%). Las bajadas, sin embargo, pueden contarse con los dedos de la mano. Lo más relevante fue el abaratamiento de las legumbres y hortalizas (-8,2%), seguido de la leche (-4%) y de la fruta fresca (-3,6%).

En el conjunto de España el IPC bajó un 0,8%, una décima menos que en el Principado. El secretario de Estado de Economía en funciones, Íñigo Fernández de Mesa, aseguró tras conocer los datos que prevé que la inflación vuelva a estar en positivo en algún momento de este 2016. "El escenario actual de crecimiento robusto de la economía española es compatible con la moderación de los precios", añadió Fernández de Mesa.

La bajada del IPC se produce en un contexto en el que el consumo está volviendo a subir. Un estudio de la consultora Nielsen asegura que las ventas de comida aumentaron un 1,7% en 2015. Solo bajó el consumo de la carne.

Con este escenario, la patronal CEOE abogó ayer por continuar con la moderación salarial para, aseguró, favorecer la competitividad de la economía y estimular la creación de empleo en España.