Bruselas intenta blindar a Europa de la entrada de acero barato chino. Tras varios meses de presiones por parte del sector siderúrgico, con una manifestación incluida que unió a empresas y trabajadores, la Comisión Europea (CE) presentó ayer sus medidas para poner freno a la avalancha de importaciones que están poniendo en jaque la actividad del sector en el Viejo Continente. Entre sus planes está activar un sistema de vigilancia previa para los productos siderúrgicos, con el objetivo de detectar y poder reaccionar cuanto antes frente a las prácticas de competencia desleal. La industria lamenta sin embargo que la UE no haya expresado por el momento su disposición a frenar el reconocimiento de China como "economía de mercado", una decisión clave que debe abordarse este año.

El nuevo mecanismo antidumping abre la puerta, explicaron fuentes del sector, a penalizar a los importadores antes incluso de que traigan el producto de China. Se trata de un sistema preventivo que requerirá analizar producto por producto para determinar con cuáles se está haciendo una competencia desleal a las plantas europeas antes de aplicar nuevos aranceles. La propia Comisión reconoció que este cortafuegos ya existe, aunque hasta ahora no se había utilizado.

Bruselas también hizo un llamamiento a los estados para que actúen "rápidamente" para modernizar los instrumentos de defensa comercial de la UE, especialmente la denominada "regla del derecho inferior", algo que permitiría, en determinadas circunstancias, "imponer derechos antidumping más altos". "Los estados miembros tienen que actuar conjuntamente y adoptar con urgencia nuestra propuesta legislativa para modernizar los instrumentos de defensa comercial de la Unión Europea y hacer realidad un comercio más leal", señaló el vicepresidente de la CE para el Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, Jyrki Katainen.

El sector respaldó ayer esas medidas, aunque echó de menos una declaración formal del Ejecutivo comunitario sobre si se debe o no reconocer a China como economía de mercado. Es una decisión que la UE habrá que adoptar a lo largo de este año y que, de salir adelante, hará más difícil la defensa frente a las exportaciones orientales por debajo del coste.

Con esa salvedad, la posición de la CE fue respaldada por la Asociación Europea del Acero (Eurofer), que instó a los Veintiocho a "actuar inmediatamente" y apoyar la propuesta de la Comisión para modernizar los instrumentos comunitarios de defensa comercial. "Damos la bienvenida a las actuaciones de Bruselas para acelerar la capacidad comunitaria para reaccionar al comercio desleal y para aumentar la efectividad de las medidas antidumping", celebró el director general de la patronal, Axel Eggert.

Aún así, las empresas consideran que hace falta actuar con más contundencia y ponen como ejemplo el camino abierto por Estados Unidos. Sobre todo, por su rapidez a la hora poner coto a la competencia desleal. "Allí, se tardan cuatro meses y medio en tomar medidas, mientras que la Unión Europea necesita nueve", destacó Eggert.

En este sentido, la Comisión garantizó que acelerará la adopción de trabas contra el "dumping" y manifestó su disponibilidad para presentar "propuestas adicionales para agilizar el procedimiento en general y mejorar la eficiencia del sistema actual". El Ejecutivo comunitario anunció también que el sector dispone de fondos para apoyar la modernización de esta industria, entre los que se incluyen 315.000 millones del llamado "plan Juncker".

El Gobierno chino, por su parte, presentó su plan quinquenal para intentar crecer un 6,5% anual desde ahora hasta 2020. El primer ministro, Li Keqiang, envió un mensaje esperanzador sobre el futuro económico del país y reconoció que "en algunos sectores como el acero y el carbón hay un problema serio de exceso de capacidad".

Arcelor-Mittal manifestó ayer que "no hay que dar por hecho" el cierre de su planta de Zumárraga (Guipúzcoa) y aseguró que hará "todo lo posible" para mantener la actividad en la fábrica, después de anunciar el martes una clausura parcial de la factoría. Los sindicatos y la empresa negociarán hoy el alcance del ajuste.