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Neosentec abre el camino a los invidentes

La tecnológica asturiana desarrolla aplicaciones que guían a los ciegos desde el teléfono móvil y una pulsera

Por la izquierda, Jorge López, Carlos González y Pablo Soto. MIKI LÓPEZ

Es probable que los protagonistas de "Ensayo sobre la ceguera", una de las novelas más reconocidas de José Saramago, hubieran tenido una mejor adaptación a su repentina enfermedad (una ceguera blanca) y hubieran salvado antes esa sensación inicial de desorientación gracias al ingenio de una joven empresa asturiana, Neosentec. Su juvenil plantilla, formada en su mayoría por informáticos,ha creado una aplicación móvil que mediante una voz les dice a los invidentes qué es lo que tienen a su alrededor: un paso de cebra, unas escaleras, una farmacia o una tienda de zapatos. "No queremos ser el sustituto de sus bastones ni de sus perros guía, solo un complemento más", señala Carlos González, uno de los fundadores de la compañía.

La aplicación, bautizada como Lazzus, utiliza el GPS del teléfono móvil para evaluar la posición del ciego. Y le informa, a través del altavoz o de unos auriculares, de qué es lo que tiene delante y a los lados. "A la derecha hay un paso de cebra" o "a la izquierda tiene una farmacia". Mensajes claros y concisos. "Intentamos darles la posibilidad de echar un vistazo a su alrededor", señala González. "Lo que hacemos es generar una especie de campo de visión basándonos en la posición de la persona y la orientación del dispositivo, de la brújula", apunta González.

El usuario decide qué información quiere que se le transmita. No es necesario que reciba la situación de cada una de las tiendas que tiene a su alrededor, por ejemplo. Y, además, puede cargar al sistema puntos de interés como locales que frecuente o casas de familiares. Ahora Neosentec, que tiene ya a cinco personas en plantilla, está intentando dar un paso más allá y está en conversaciones con diferentes ayuntamientos para que ellos puedan también subir a la aplicación ubicaciones interesantes.

La idea la tuvo otro de los fundadores de la compañía, Pablo Soto. Mientras trabajaba en una tienda de electrónica, un ciego le preguntó si existía algún GPS para invidentes. Tras consultar, rastrear en empresas del extranjero y solicitar información a algunos proveedores descubrió un enorme nicho de mercado a explotar. No había casi nada parecido. "Lo único que se fabricaban eran GPS´s para el coche o, lo más, algunos deportivos", señala. Aprovecharon las tecnología de geolocalización de cualquier móvil y la brújula de estos dispositivos, y le dieron una pequeña vuelta de tuerca para adaptarlo al colectivo al que pretenden llegar, alejándose de los sistemas tradicionales que permiten llegar del punto A al B, pero sin saber lo que hay entre medias.

La idea inicial era desarrollar la aplicación ligada a las gafas de Google, pero en una de las ferias de informática a las que fueron en sus inicios para promocionar el producto les convencieron para que se centraran en el móvil. La multinacional dejó aparcado aquel proyecto tecnológico y ellos migraron de plataforma sin demasiados problemas. En los últimos meses se han centrado en desarrollar la aplicación y difundir su uso. Tienen clientes ya repartidos por casi toda España. "Hay personas usándolo en Madrid, pero también tenemos usuarios en pueblos remotos", resalta González.

También lo comercializaron fuera de España: en América Latina y Reino Unido. El de las islas británicas es, señalan, un mercado que tenían mucho interés en abordar ya que allí viven más de dos millones y medio de personas con alguna incapacidad visual. El suyo es un mercado limitado dentro de un colectivo minoritario pero, aun así, populoso. "En el mundo hay alrededor de 285 millones de ciegos, y en España casi un millón", señala.

Lo que más les cuesta es hacer la promoción de su producto. "Es un público al que es difícil llegar, la difusión es complicada", explica González. Por eso están buscando apoyo en instituciones como la ONCE, en algunos ayuntamientos e instituciones públicas. Pretenden conseguir que los consistorios puedan comunicarse a través de este sistema con sus vecinos invidentes y avisarles, por ejemplo, de si una calle está cortada por obras.

Otro empujón en su difusión se lo están dando los numerosos premios que están ganando. En su despacho del parque tecnológico de Llanera hay una vitrina dedicada casi en exclusiva a los galardones. El último lo recogieron en Madrid tras vencer a sus competidores en el G5 Innova de emprendimiento social.

La compañía asturiana trabaja ahora en una pulsera que incorpore esta aplicación para que el ciego no tenga que ir por la calle orientando el móvil hacia el lugar en el que tenga interés como si fuera una linterna. Esta nueva innovación la presentaron hace unas semanas en el Mobile World Congress, que se celebró en Barcelona, y están ahora desarrollándola y probándola.

Fueradel mundo de los discapacitados, están haciendo una aplicación para visualizar una carta de platos de un restaurante de forma virtual. Como si los platos estuvieran delante.

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