Javier Fernández Lanero (Mieres, 1973), el candidato oficial de la potente Federación del Metal, Construcciones y Afines (MCA) de UGT, se convirtió ayer en el nuevo secretario general del sindicato en Asturias. Obtuvo 158 de los 279 votos emitidos, sólo el 56% -el resto fueron votos en blanco- y ello a pesar de que contaba con el apoyo mayoritario de cinco de las seis federaciones -sólo el SOMA-FITAG se le resistió-, que había reunido más de 150 avales de los 300 que estaban en juego y que se había quedado sin rival. Iñaki Malda decidió ayer, a primera hora de la tarde, tirar la toalla después de saber que los mineros no le iban a apoyar y por lo tanto no iba a llegar al mínimo de avales (75) para poder se candidato oficial. Lanero tomará las riendas de una central en plena reconversión y tocada por la crisis económica 37 años después de que lo hiciera su padre, el histórico sindicalista metalúrgico Manuel Fernández "Lito", que estuvo nueve años al mando de la organización (de 1979 a 1988) y falleció hace dos años.

"Quiero una UGT que se acerque más a los trabajadores y a los afiliados, y con medidas que mejoren nuestra transparencia". Esa declaración de intenciones fue la que defendió Lanero minutos antes de hacer oficial su candidatura, la única que, finalmente, se presentó. "En el sindicalismo está todo inventado, lo que hay que hacer es defender a los trabajadores", señaló.

El aspirante fallido, Iñaki Malda, intervino en el congreso para anunciar que no se iba a presentar porque no había conseguido reunir los avales necesarios, y finalizó su discurso lanzando duras críticas contra la Federación de Metal, a la que pertenece, y encabezada en la sala por su secretario general, Eduardo Donaire, que también dejará el cargo en unas semanas.

Así, de primeras, Lanero, graduado social de formación y que lleva el sindicalismo en el ADN, tendrá que lidiar con la fusión entre su Federación, MCA, y SOMA-FITAG, la única donde no consiguió ni un respaldo y que ayer mostró distancias votando el blanco. La fusión presenta problemas, ya que los mineros se niegan a perder por completo su independencia y sus señas de identidad y mantienen la histórica disputa con el Metal en Asturias. El mierense también deberá gestionar los ajustes que están en marcha de puertas hacia dentro del sindicato, con un expediente de regulación de empleo (ERE) incluido y que caduca a finales de año. Ya avisó de que habrá que menguar la estructura, pero sin llevar a cabo despidos. Otra de sus tareas será la de intentar recuperar la erosionada imagen social de la central tras las investigaciones emprendidas por la Fiscalía en Asturias por supuestas irregularidades en la gestión de los fondos para cursos de formación.

En su discurso de despedida, Justo Rodríguez Braga, que deja el cargo después de 16 años, defendió a ultranza la limpieza de su gestión y aseguró que la organización que dirigió hasta ayer ha trabajado con "honestidad" y, sin citar al exlíder minero José Ángel Fernández Villa, aseguró que cuando se han dado "casos puntuales" de comportamientos "deshonestos" la respuesta ha sido "la expulsión fulminante". Haciendo autocrítica, también aseguró que "nos hemos equivocado, pero tenemos voluntad de mejora". El informe de gestión de su mandato, salpicado por el caso de los cursos de formación, obtuvo el respaldo del 71% de la asamblea. Votaron en contra 72 de los 300 delegados, entre ellos los 46 de SOMA-FITAG y los de algunas uniones comarcales. Minutos antes había señalado que los afiliados pueden estar tranquilos porque "todo está justificado, y ningún dirigente se ha llevado un solo euro".

Rodríguez Braga remató su intervención alabando a quien tomará su relevo, Fernández Lanero, y a su equipo. Aseguró que viene acompañado de una "nueva generación que tiene ganas y que está muy preparada. No hay que tener miedo".

A lo largo del congreso hubo varios palos sindicales a Podemos y a algunas centrales minoritarias como la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI). Braga aseguró que hay que convencer a los que desde la izquierda se incorporan a la política, "que ya son casta porque cobran y tienen salarios públicos", de que "tienen que tomar su responsabilidad". Y acusó a la formación morada de "tener una forma de proceder que no ayuda a la región". Previamente, Antonio Pino, secretario general de CC OO en Asturias, e invitado al acto, también atizó a Podemos y les acusó de aliarse con la derecha en el Parlamento asturiano.