La rebaja fiscal que comenzó a aplicarse en 2015 provocó que los ingresos tributarios de ese año, en el que el déficit público se desbocó hasta el 5% desde el 4,2% del PIB comprometido, se quedarán cortos en 4.100 millones de euros respecto a lo presupuestado, de acuerdo con el Informe Anual de Recaudación Tributaria de 2015.

Esta cifra coincide con los alrededor de 4.000 millones de euros de recorte presupuestario en forma de acuerdos de no disponibilidad de créditos en el Estado y las comunidades autónomas, que el Gobierno ofreció a Bruselas nada más conoce la desviación del déficit público.

La Agencia Tributaria no esconde en el informe que la causa de este desfase en los ingresos fue la reforma fiscal que firmó el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro. Recalca primero que "el entorno económico fue más favorable de lo contemplado en las previsiones que acompañaron los presupuestos para 2015". Así, el PIB creció un 3,2%, cuando la previsión era del 2%.

Sin embargo, el Gobierno decidió adelantar al mes de julio la rebaja del IRPF que debía entrar en vigor en enero de este año, junto con ciertos cambios en el impuesto de sociedades. El cambio en el IRPF tuvo un impacto de 1.078 millones de euros no previsto en los presupuestos.

El informe destaca también la desviación de 2.928 millones de euros generada en los ingresos del impuesto de sociedades por la rebaja de tipos. Del lado de los impuestos indirectos, el tributo sobre hidrocarburos añadió una desviación sobre el presupuesto de 912 millones de euros, derivada de las devoluciones realizadas por la anulación judicial en la UE del llamado "céntimo sanitario".