Los contribuyentes asturianos del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) pagarán a partir de este mes de septiembre el recibo correspondiente a 2016. La factura del principal tributo que financia a los ayuntamientos llegará con cambios en muchos de ellos, según datos recabados en el Ministerio de Hacienda y en los propios consistorios: al menos en once habrá incrementos generalizados, en otros tantos se notarán rebajas y en un número más difícil de determinar el gravamen también puede traer recargos por los impactos de las actualizaciones catastrales realizadas durante la última década y que entran en vigor de manera gradual. Para este ejercicio, la mayor subida se registrará en Salas (13,73%) y las principales bajadas (entre el 18% y el 30%) serán en Parres, Grandas de Salime, Teverga y Aller.

El Ente Público de Servicios Tributarios del Principado abrirá el próximo día 20 de septiembre el período de cobranza del IBI en los 77 municipios asturianos que tienen delegada en ese organismo de la Administración autonómica la gestión de los tributos locales. El único consistorio que no está en esa relación, el de Oviedo, ha comenzado por su cuenta la recaudación desde el 1 de septiembre. En ambos supuestos, el plazo para satisfacer el pago en vía voluntaria se extenderá hasta el 21 de noviembre. En total, los propietarios o titulares de otros derechos reales (usufructo o superficie) sobre bienes inmuebles, sean de naturaleza urbana (viviendas, garajes, locales, naves, solares...) o rústica (fincas y construcciones sobre suelo rústico), están llamados a pagar 1,2 millones de recibos que suponen en torno a 250 millones de euros.

La recaudación del IBI se disparó en Asturias casi el 40% entre 2009 y 2015, en parte por las políticas por el Gobierno central del PP a partir de 2011 para el "rescate" financiero de los ayuntamientos: establecimiento de un recargo en el impuesto, revalorizaciones catastrales exprés e inspecciones generalizadas para identificar inmuebles por los que no se tributa. En los dos últimos ejercicios, tras el inicio del ciclo electoral con los comicios autonómicos y locales de 2015, una parte de los ayuntamientos han procurado suavizar el IBI e incluso rebajarlo con claridad, aunque también se han producido incrementos, en algunos casos por aplicación de una normativa estatal.

El impuesto se liquida aplicando el tipo de gravamen -cuya cuantía puede modificar cada ayuntamiento dentro unos límites: entre el 0,4% y el 1,1% en el caso del IBI urbano- sobre el valor catastral de los inmuebles, que viene determinado por los trabajos de la Gerencia Territorial del Catastro. Así que el tributo puede subir o bajar bien porque lo ha hecho el tipo impositivo, porque ha variado el valor catastral o por ambas cosas a la vez. En los ayuntamientos asturianos se dan los tres casos este año.

Baja el IBI. En 2016 tributarán menos que en 2015 por el IBI los contribuyentes de Parres, Grandas de Salime, Aller, Ribadesella, Lena, Llanes, Navia, Teverga, Villaviciosa y Valdés. Varips de los ahorros más notables se producirán en los tres primeros concejos, que han obtenido el visto bueno del Ministerio de Hacienda para revisar a la baja las valoraciones catastrales en vigor. En Parres y Grandas de Salime, la rebaja será del 30%. En Aller superará el 18%, al combinarse una minoración del valor catastral y otra del tipo impositivo. Ribadesella, por su parte, rebaja los valores catastrales, pero al mismo tiempo sube el tipo, de modo que el ahorro medio en el recibo queda en el 13,5%. Se trata de cuatro ayuntamientos donde se actualizó el Catastro en pleno boom inmobiliario y que se han acogido a una norma que permite reducirlos cuando existe una claro deterioro de los precios, como ha ocurrido en estos años de crisis. El resto de ayuntamientos citados han actuado sólo sobre los tipos impositivos. Las rebajas más generosas corresponden a Teverga (19%) y a Navia (9%).

Sube el IBI. Aunque este año no ha entrado en vigor ninguna actualización catastral completa, en catorce ayuntamientos con ponencias anteriores a 2002 los valores suben en 2016 el 10%, sea porque así lo hayan solicitado o porque lo imponen las reglas que el Ministerio de Hacienda establece para los municipios acogidos a medidas de auxilio financiero. Algunas de esas corporaciones (Siero, Laviana, Corvera y Las Regueras) han eliminado el impacto sobre el recibo del IBI rebajando el tipo impositivo lo suficiente (10%) para evitar la subida. Otros dos han revisado el tipo, aunque manteniendo un incremento ligero: del 2,53% en San Martín de Rey Aurelio y del 1,14% en Colunga. En otros ocho municipios (Candamo, Cangas de Onís, Castrillón, Illas, Morcín, Muros del Nalón, Noreña y Pravia) la repercusión del cambio en los valores será completa, de forma que los recibos se encarecerán el 10%. Lo harán más, el 13,73%, en Salas, cuyo consistorio elevó el gravamen ante sus dificultades económicas.

Otros casos. Durante los últimos años, numerosos ayuntamientos asturianos, entre ellos los de mayor dimensión, han actualizado sus valoraciones catastrales, algo que por lo común las eleva y aumenta la carga fiscal . Para evitar aumentos súbitos ("catastrazos"), las nuevas valoraciones suelen entrar en vigor, a efectos del IBI, de manera gradual, diferidas en diez años. Así que en aquellos concejos que están dentro de ese proceso también podría haber en este ejercicio subidas de un alcance y una cuantía difíciles de precisar y que variarán de un inmueble a otro. Algunos ayuntamientos han intentado contrarrestarlas en todo o en parte para 2016 con rebajas de los tipos impositivos. Son los casos de Oviedo, Avilés, Langreo, Tineo, Carreño o Gozón.