El presidente chino, Xi Jinping, demandó en la cumbre del G-20 en Hangzhou el cese de la escalada proteccionista en el comercio internacional para que no se lastren y entorpezcan, dijo, los intercambios y el crecimiento de la economía mundial, pero Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, replicó que la UE está "decidida a proteger los intereses de la siderurgia" europea y emplazó a Pekín a que reconduzca su exceso de capacidad productiva de acero, a la que responsabilizó de la destrucción de empleos en el sector en otros países. Juncker recabó de China que acepte un mecanismo de supervisión del exceso de potencia instalada en su sector industrial y en particular en el ámbito de la siderurgia.

Las exportaciones chinas de acero a bajo precio, que la UE y la industria siderúrgica europea tachan de prácticas de "dumping" (venta por debajo de coste), ha enconado las relaciones entre ambos bloques. Europa ha tomado medidas "antidumping" que el sector juzga tardías e insuficientes, y Pekín replicó con la elevación de aranceles y la adopción a su vez de medidas "antidumping" a las importaciones de acero de Europa y EE UU. De algunas de estas decisiones fue obligada a renunciar por la Organización Mundial de Comercio.

Fabricantes siderúrgicos europeos y algunos grupos políticos de la UE demandan que la UE no acceda a reconocer a China como "economía de mercado", lo que dificultaría la adopción de futuras medidas defensivas para proteger a los sectores productivos europeos de la competencia de producciones baratas chinas.

China ha desacelerado su crecimiento en los dos últimos años y afronta un complejo, ambicioso y delicado proceso de mutación de su modelo productivo. Xi Jinping reclamó al G-20 que cesen las "tendencias aislacionistas".