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El desembarco en Asturias de un potente grupo del sector del ocio

Santagadea prosigue su expansión con la compra del antiguo parador de Pajares

La empresa madrileña, que este año se hizo con Talasoponiente y el hotel Castillo del Bosque de La Zoreda, ata la adquisición del complejo lenense

Santagadea prosigue su expansión con la compra del antiguo parador de Pajares

El grupo Santagadea sigue adelante con su desembarco millonario en Asturias y acaba de atar la compra del emblemático antiguo parador nacional de Pajares, en Lena. En poco más de un año, el grupo madrileño se ha convertido en accionista mayoritario de la empresa que gestiona los bajos del estadio El Molinón de Gijón y en propietario del hotel de cinco estrellas Castillo del Bosque de La Zoreda de Oviedo y del balneario Talasoponiente en Gijón. Además forma parte del conjunto de empresas que impulsan el complejo lúdico y comercial Gran Bulevar para la parcela del Vasco en Oviedo.

El grupo Santagadea, que tiene más de un millar de trabajadores, cuenta con divisiones inmobiliarias y hoteleras, pero su principal negocio es el vinculado al deporte. Gestiona a través de su marca Bnfit los servicios deportivos de más de 50 municipios de España y dispone de una cadena de más de una decena de centros deportivos propios con presencia en Madrid, Andalucía, Extremadura y ahora en Asturias tras la adquisición de Talasoponiente. La dirección de Santagadea señaló que esa compra se enmarcaba "en una estrategia de expansión y crecimiento en Asturias" que ahora prosigue con la adquisición del antiguo parador nacional de Pajares, situado en las inmediaciones de la estación de esquí de Valgrande-Pajares.

El complejo hotelero, que cuenta con 33 habitaciones, restaurante, cafetería, salones y solarium, dejará de ser propiedad de Inversiones Inmobiliarias Valmurián, empresa de la familia asturiana Cárcaba, con negocios en el sector minero (Canteras Mecánicas Cárcaba) e inmobiliario (Inversiones Le Iguarda y Laufor). Valmurián adquirió el parador en 2010 en una subasta convocada por el Ministerio de Economía. Fue la única empresa que pujó y se llevó el inmueble por 510.000 euros (el precio de salida era de 473.421 euros).

Tras la compra, Inversiones Inmobiliarias Valmurián anunció que el complejo de Pajares reabriría como hotel-spa, pero un año después lo puso a la venta. En portales inmobiliarios se ofreció a un precio de 1,5 millones negociables y en los últimos tiempos el precio se había rebajado a 950.000 euros, también negociables. La agencia inmobiliaria que lo ofrecía retiró el anuncio recientemente. "Teníamos un contrato de colaboración con el propietario, que hace poco nos comunicó que había llegado a un acuerdo de venta con otro operador y que por lo tanto retiraba la oferta", señaló el agente inmobiliario que se encargaba de la mediación.

Ese operador que tiene un acuerdo con Valmurián para adquirir el parador de Pajares es el grupo Santagadea. Fuentes al corriente de la operación, e incluso una de las partes -este diario se puso en contacto con las dos-, confirmaron que la transacción está a punto de cerrarse y que sólo falta la firma.

Será el segundo complejo hotelero emblemático que Santagadea adquiere este año en Asturias. El pasado mes de junio, el grupo madrileño compró a la empresa asturiana Hoto Urocisa el hotel de cinco estrellas Castillo del Bosque de La Zoreda, en La Manjoya, que en 2014 había presentado concurso de acreedores al no lograr hacer frente a la deuda que tenía con los bancos. Santagadea, que está invirtiendo cerca de dos millones de euros en mejoras en el hotel ovetense, celebró la reapertura de las instalaciones este mes con un concierto del cantante Bertín Osborne.

La reforma necesaria

La puesta al día del parador de Pajares será más costosa. El inmueble fue construido en 1953 y lleva más de una década sin uso. En ese tiempo sufrió varios ataques vandálicos, por lo que los propietarios se vieron obligados a vallar el perímetro del complejo e instalar cámaras de seguridad. Además hay que tener en cuenta que el complejo está situado a 1.378 metros de altura, en el corazón de la Cordillera Cantábrica, y sometido a los rigores invernales en una zona en la que son abundantes las nevadas.

En las inmediaciones del hotel se encuentra la estación de esquí de Valgrande-Pajares, lo que abre la posibilidad de ligar la instalación hotelera a la práctica del deporte, el sector de negocio en el que el grupo madrileño Santagadea es una referencia a nivel nacional.

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