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Del Valle no renuncia a la banca española

La dinastía astur-mexicana sigue en el Popular, sondea fusiones, entra en cemento, expansiona su grupo químico y abre un frente contra Trump

Antonio del Valle Ruiz, el año pasado, en Oviedo. MARÍA GÓMEZ

La familia astur-mexicana Del Valle mantiene su posición en el Banco Popular. Aunque anteayer el máximo dirigente del grupo, Antonio del Valle Ruiz (México DF, 1938), expresidente de la Asociación de Empresarios Asturianos en México (CEAM-México) y nieto de un inmigrante asturiano, abandonó su puesto en el consejo del banco español, nada indica por ahora que sea el inicio de un distanciamiento.

La familia Del Valle (la séptima más acaudalada de México, según "Forbes") invirtió hace sólo tres meses más de 2,2 millones adicionales en el Popular durante la macroampliación de capital realizada por esta entidad, a la que los Del Valle se incorporaron como accionistas a fines de 2012.

Tampoco la influyente estirpe financiera e industrial mexicana ha abandonado el consejo. Antonio del Valle Ruiz ha dejado en su puesto a su primo Jaime Ruiz Sacristán, presidente del banco mexicano Bx+, propiedad de los Del Valle. El Popular, que tiene a su vez una participación accionarial en Bx+ como alianza estratégica en México, dijo que el relevo en el consejo no implica cambio en el compromiso de los inversores.

Los Del Valle sí participan, al igual que el resto del consejo, de la insatisfacción con la marcha bursátil del banco. El grupo mexicano se erigió en uno de sus accionistas más relevantes cuando, en alianza con inversores mexicanos, se hizo con el 6% en la anterior macroampliación que hizo el Popular para fortalecer su balance, comprometido (al igual que el del Pastor, integrado en 2012) por el exceso de riesgo inmobiliario asumido en la época de euforia.

Los Del Valle juzgaron que los precios ya habían caído bastante en España en 2012 y que, aunque "la completa recuperación de la economía española" tardaría "algunos años todavía", los "precios eran adecuados para la inversión", dijo Del Valle entonces a LA NUEVA ESPAÑA. El pasado octubre, Del Valle explicó a este diario que su pronóstico se había cumplido en un primer periodo, pero que el valor se depreció luego por el empeoramiento de las expectativas a causa de China, las materias primas, la ralentización global y otros factores de inestabilidad. Entonces, Del Valle respaldó de forma explícita la gestión del Popular: "Las cosas se están haciendo bien. Estamos muy satisfechos". La caída de los tipos de interés, el estrechamiento de márgenes y las exigencias de solvencia forzaron un castigo adicional al valor, incluso después de la reciente ampliación: desde mayo pierde el 52% en Bolsa, lo que supone enormes minusvalías para Del Valle.

La ampliación de capital y el plan de recorte laboral y de oficinas que va a aplicar el Popular pretenden recuperar la confianza del mercado, aunque hay quienes lo interpretan como la maniobra de embellecimiento previo para ir a una fusión en condiciones más ventajosas. La posibilidad de una nueva ronda de fusiones no es descartable en España ni en Europa, como acaba de sugerir el Banco Central Europeo. Y aunque se creía que el sector iba a esperar en España a que hubiese nuevo Gobierno, el anuncio anteayer de la posible absorción de BMN por Bankia podría abrir el proceso.

Algunos medios aseguraron que Del Valle, con conocimiento del Popular, habría estado dialogando días atrás con accionistas hispanoamericanos del Sabadell para sondear un enésimo intento de unión de ambos bancos. José Oliu, presidente del Sabadell, acaba de decir que su banco no está pensando ahora en fusiones.

El relevo de Antonio del Valle por su primo en el consejo del Popular puede tener motivaciones interna del grupo Kauluz, que agrupa los intereses multinacionales de los Del Valle. Al poner al presidente de su banco familiar en la cúpula del Popular, Del Valle y sus hijos se pueden centrar en sus intereses mexicanos y en sus filiales industriales multinacionales. El grupo sigue expansionándose en el sector financiero (Seguros Multiva anunció en junio su adquisición por Bx+) y en el industrial (Mexichem, con 120 plantas en 20 países y venta en 34 mercados, anunció en febrero un una mayor ofensiva internacional), aún tienen pendiente de resolver la tragedia ocurrida en abril con la explosión de la planta Clorados III de Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), han abierto un nuevo frente de batalla aliándose con Slim en el sector del cemento para disputarle la hegemonía a Cemex, y se han comprometido de forma pública contra una eventual victoria de Donald Trump en EE UU, que juzgan perjudicial para México.

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