El Banco Popular, que está negociando con los sindicatos la supresión de 2.900 empleos (el 20% de su plantilla) y de 302 oficinas (el 14% de su red comercial), anunció ayer una reorganización de su estructura territorial cuya finalidad es contribuir al propósito de reducir sus costes anuales en 175 millones a partir de 2017.

La nueva estructura supondrá la reunificación de las ocho direcciones territoriales actuales en seis y, en el escalón inferior, la unificación de las 39 direcciones regionales ahora existentes en 25.

En medios no oficiales se explicó que Asturias, donde el Popular tiene 225 trabajadores y 38 sucursales (1,5% de la plantilla y el 1,7% de la red), y que ahora está integrada en la zona Noroeste (junto con Galicia y Castilla y León), pasará a formar parte de la nueva territorial Norte, que agrupará, junto con Asturias, a otras seis regiones: Aragón, La Rioja, Navarra, País Vasco, Castilla y León y Cantabria. Es posible, aunque no ha sido confirmado, que Asturias y León formen una unidad. El Banco Popular dijo que volverá al pago del dividendo en efectivo en 2017.