Asturias cerró 2016 con menos parados y más personas con trabajo que un año antes. Como remarcaron ayer el Gobierno asturiano y la patronal, la tendencia de mejora que el mercado laboral inició en 2014 se consolidó y la región recuperó empleo por tercer ejercicio consecutivo, si bien lo hizo a menor velocidad que el resto del país y compartiendo con el conjunto de España los problemas de precariedad sobre los que volvieron a llamar la atención las organizaciones sindicales.

El Ministerio de Empleo puso ayer el cartel de "históricos" sobre los resultados del paro y de la afiliación a la Seguridad Social en España correspondientes al pasado diciembre. Calificó como "histórico" que el número de desempleados descendiera en 390.534, hasta dejar el total en 3.702.974, en la medida en que no hay precedente en los datos que son comparables (los que llegan hasta 1996) de una reducción tan importante del desempleo. Y los españoles que cotizan a la Seguridad Social aumentaron en 540.655, el mayor incremento interanual observado en un mes de diciembre en la última década.

Las cuentas del paro en Asturias mejoran asimismo las de las de los años precedentes. Los 82.994 desempleados de la región (38.380 hombres y 44.614 mujeres) suponen las cifras más bajas de un diciembre desde 2010 y la reducción en términos relativos (-8,17%, 7.381 demandantes menos) es la mayor desde 2005. No obstante, los asturianos que están en el paro son aún tantos como la población de Avilés y el número de españoles en la misma situación equivale al de todos los habitantes de Galicia y Asturias juntos.

Los números dicen que el empleo mejora en España y en Asturias propulsado por los mismos motores. El paro baja en todos los sectores, pero lo hace singularmente en los servicios y en la construcción. El consumo de los hogares, alimentado por la propia mejoría laboral, propicia descensos llamativos del desempleo en el comercio y en la hostelería. La gradual recuperación de la construcción favorece una caída superior al 17% en el sector asturiano, aunque una parte de esos parados han desplazado sus demandas hacia empleos de servicios, donde hay más oportunidades de trabajo. También remite la demanda en la agroganadería y en la industria, aunque lo hace con intensidades inferiores a las medias de España.

El menor dinamismo industrial y los problemas en el campo pueden explicar la principal divergencia entre Asturias y la mayor parte del resto de España: en la región, el empleo (medido en afiliaciones a la Seguridad Social) ha crecido en un año el 1,56% (5.429 cotizantes más), la mitad que en el país (3,12%) y la segunda tasa más baja entre las diecisiete comunidades autónomas, superior sólo a la de Extremadura. El mapa de la recuperación laboral sitúa de nuevo a todas las regiones del Noroeste, periférico y más envejecido que otras partes de España, con índices de aumento del empleo claramente inferiores a los de la franja mediterránea.

Sí es común a toda España que los niveles de temporalidad en la oferta de trabajo permanezcan muy altos. En Asturias, los contratos indefinidos firmados en 2016, aun habiendo aumentado casi el 15%, supusieron menos del 8% del total.