El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, aseguró ayer que las pensiones van a empezar a perder poder adquisitivo a partir de este año "si no se toman medidas", una vez que la reforma del PP de 2013 limitó la actualización anual del importe económico de las prestaciones y lo desvinculó del comportamiento de la inflación. Su previsión es que la capacidad de compra de las pensiones se reduzca en 7 puntos en esta década.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo, Escrivá sostuvo que el impacto de la reforma del PP más la que hizo el PSOE en 2011 (por la que se retrasó gradualmente la edad de jubilación) "puede resultar mayor al esperado", lo que permitirá que el peso del gasto en pensiones sobre el PIB en 2050 sea cinco puntos inferior al previsto inicialmente.

El efecto de estas reformas también supondrá que las pensiones iniciales de los jubilados se estabilicen, de modo que en 2030 sigan en niveles de 2013, y que el porcentaje de pensión sobre salario sea unos diez puntos inferior al que se calculaba antes de los cambios legislativos.

Pese a ello, Airef cree que el sistema de la Seguridad Social no va a ser capaz de limitar su déficit este año al objetivo del 1,4% del PIB que se estableció para este ejercicio, y cree que si no se toma alguna medida, el desequilibrio se situará en el entorno del 1,7%, el mismo con el que previsiblemente cerró en 2016. El dato oficial del año pasado aún no ha sido difundido.

A juicio de la Airef, "persistirá un desequilibrio estructural" del 2,5% en las administraciones públicas, más de la mitad del cual será responsabilidad de la Seguridad Social (1,5%).

Escrivá pronosticó que, pese a las limitaciones de la revalorización de las pensiones que introdujo el PP, y al alargamiento de la vida laboral que aprobó el PSOE, los "excesivamente pesimistas" escenarios de población y tasa de ocupación que prevé el Instituto Nacional de Estadística (INE) implicarán un aumento del gasto en pensiones entre 2016 y 2050 de ocho puntos de PIB. Tras descontar el efecto de las reformas, este porcentaje pasará del 11% actual al 14,3%.

No obstante, Escrivá ve poco probable que el país se conforme con perder población y masa laboral año tras año sin hacer nada durante las próximas décadas, y considera más probable un escenario alternativo en el que la población crezca un 0,5% por término medio (como ha sucedido durante las últimas cuatro décadas) y la tasa de ocupación llegue al 75% (la que tiene actualmente Alemania), lo que permitiría mantener el porcentaje estable en el 11%.

En cualquier caso, dadas las previsiones de ingresos y gastos del sistema de la Seguridad Social, lo más probable es que durante los próximos cinco años las pensiones sólo se revaloricen el 0,25%, mínimo obligatorio según la ley del PP, con lo que a lo largo de la década los pensionistas perderán hasta siete puntos de capacidad de compra.

"Entre 2013 y 2016 las pensiones no han perdido poder adquisitivo. Pero a partir de ahora sí lo van a perder si no se toman medidas", insistió en alusión al cambio en la evolución de la inflación, que ha pasado de tasas negativas en los últimos meses a un repunte del 3% en enero, según el IPC adelantado difundido.