La agencia de calificación crediticia Moody's ha rebajado dos escalones el rating de Banco Popular, de 'Ba2' a 'B1' (grado de especulación con calidad pobre) y le ha otorgado perspectiva 'negativa' debido a sus débiles niveles de solvencia y a que su posición de capital se ha ido "erosionando" desde finales de 2016. Moody's entiende que la entidad que preside Emilio Saracho se encuentra bajo una presión "significativa" para intentar mejorar su capacidad de absorción de riesgos y acelerar la ejecución de su estrategia. Las acciones del Banco Popular retrocedieron ayer el 1,17% en Bolsa, después de haber recuperado en dos días parte de las fuertes pérdidas de la pasada semana.