Actividades tan esenciales para la economía asturiana como el metal, el campo, el transporte y la sanidad necesitarán, a no mucho tardar, una importante renovación de efectivos laborales. Al menos uno de cada cuatro trabajadores de estos sectores tienen más de 55 años. Son aquellos que se irán jubilando en los próximos diez años, según pone de relieve un estudio que acaba de divulgar el Consejo Económico y Social (CES) de Asturias. Y este organismo alerta de que el relevo será difícil, incluso a pesar del alto número de desempleados. Asturias tiene pocos jóvenes y muchos de ellos no tienen la formación adecuada, con lo que, según el CES, puede haber serios problemas para encontrar profesionales cualificados que cubran las vacantes.
Para intentar recomponer este rompecabezas laboral el CES propone, entre otras medidas, orientar la formación de los más jóvenes con cursos más específicos, tratar de retener por todos los medios a la población mejor preparada, poniendo freno a la fuga de cerebros que la crisis ha acelerado, y facilitar la incorporación de la mujer en los empleos que están más masculinizados. "Los efectos del envejecimiento de la población ya son claramente perceptibles sobre el mercado de trabajo", alerta el Consejo. El invierno demográfico en el que ha entrado Asturias alcanza al empleo y para cambiar de estación harán falta mutaciones profundas, alerta el organismo.
El campo. Las de la agricultura y la ganadería son las profesiones con la plantilla más envejecida. Una tercera parte de los afiliados a la Seguridad Social en Asturias que están ligados a estas actividades superan los 55 años (3.650), y el 16,4% tiene más de 59. Es decir, hay 1.779 trabajadores que están a un paso de poner fin a su vida laboral. En el otro extremo de la pirámide poblacional del campo asturiano, sólo hay 680 empleados (el 6,3%) con menos de 30 años. Y las previsiones no son nada halagüeñas, ya que estas actividades se van desangrando laboralmente poco a poco y perdiendo afiliados. El CES sostiene, además, que se trata de un sector que presenta "pocas oportunidades" laborales para la juventud.
La sanidad. Es el segundo sector más "envejecido". El 31,38% (7.593) de sus trabajadores tiene más de 55 años. El propio Principado ha alertado de que los próximos años pueden ser "críticos" para renovar estas plantillas de facultativos. Pediatría, radiodiagnóstico o anestesiología son algunas de las disciplinas con más carencias de especialistas.
La metalurgia. En las compañías asturianas que se dedican al acero y a otros negocios metalúrgicos se jubilarán a corto plazo unos 1.750 trabajadores, para los que, según el CES, hay poco relevo. De hecho, el organismo señala que el oficio de operador para estas fábricas es el que tiene "peor margen potencial de reemplazo". El 27,76% de los empleados del sector es mayor de 55 años, con lo que el problema podrá agravarse a medio plazo. En concreto, se espera, según el informe, que en breve se jubile un elevado número de soldadores, chapistas y caldereros en ese y otros subsectores del metal. Todos oficios para los que las empresas ya tienen una alta demanda de profesionales.
El transporte. Es otro bastante envejecido (el 23,56% de la plantilla tiene más de 55 años), y que, además, durante estos años de crisis ha recortado la nómina de jóvenes. La de camionero es, resalta el CES, una ocupación que tiene "un escaso margen potencial de reemplazo, hasta el punto de no llegar a un parado menor de 30 años por cada contratado con más de 55". También habrá problemas para encontrar conductores de autobús.
Resolver este desajuste no es sencillo. Por una parte, el CES asegura que es necesario ofrecer a los jóvenes "una formación específica sobre el trabajo que van a desempeñar en su futura empresa". Es decir, fomentar la llamada Formación Profesional (FP) dual, aquella que combina la formación teórica en el aula con prácticas en las compañías, y que en algunos sectores ya han explorado. Por otro lado, el organismo señala que, dado que la mayoría de las actividades que tienen la plantilla más envejecida están muy "masculinizadas", sería recomendable eliminar las barreras que aún hoy limitan la entrada de las mujeres al mercado laboral. "Hay que tratar de que el hecho de tener hijos no limite el acceso al empleo ni a la proyección profesional de ellas", resalta el estudio. Oficios de los que más problemas de relevo van a tener, como el de "soldadores, caldereros, electricistas, mecánicos o camioneros están desempeñados casi exclusivamente por hombres".
Pero no son los únicos sectores en aprietos por el envejecimiento poblacional, también habrá falta de relevo en oficios como el de cocinero, panadero, pastelero y personal de hotel.
