La Comisión Europea (CE) impuso ayer a Google una sanción de 2.424 millones de euros -la mayor multa de su historia a una compañía- por abuso de posición dominante al conceder ventajas "ilegales" a su propio servicio de comparación de compras cuando los internautas utilizan el motor de búsquedas.

La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, señaló que "lo que ha hecho Google es ilegal bajo las normas antimonopolio de la UE", ya que negó a otras empresas la oportunidad de "competir sobre sus méritos y la innovación" y, a los consumidores europeos, una mayor oferta de servicios. La Comisión cierra así una investigación de casi siete años. El dossier, que el antecesor de Vestager, el español Joaquín Almunia, intentó cerrar con un acuerdo de compromisos, tomó un tono más duro con la llegada de la política danesa a finales de 2014. Vestager recordó que la posición dominante de una empresa no es ilegal en sí misma, pero dejó claro que ésta tiene la "especial responsabilidad" de no abusar de ese dominio.

Google expresó su "desacuerdo" con las conclusiones de la CE y "considerará apelar" la decisión. "Cuando compras online quieres encontrar los productos que estás buscando de manera fácil y rápida y los anunciantes promocionarlos. Por esta razón Google muestra Shopping Ads, con el objetivo de conectar al usuario con miles de anunciantes, pequeños y grandes, de una manera que sea útil para ambos", subrayó Kent Walker, vicepresidente senior de Google.

La Organización Europea de Consumidores (BEUC) celebró la multa récord e instó a la compañía a modificar sus prácticas para que la libertad de elección de los consumidores "prevalezca".