En 1992, el déficit de infraestructuras de transporte era un obstáculo sustancial para Asturias, según los autores del "informe ERA". El estudio urgía a completar la Autovía del Cantábrico, el desdoblamiento de la Autopista del Huerna y a abordar, como se hizo en en las décadas posteriorse, la construcción de una red de vías rápidas, autovías y rondas para mejorar la comunicación interior.