Duro Felguera pretende intensificar este mes los contactos con posibles inversores tras el parón habitual de agosto. Hay prisa porque la falta de liquidez en la compañía podría afectar a su actividad y porque el 30 de septiembre finaliza la tregua que le dieron los bancos acreedores a la compañía de ingeniería asturiana. Sin embargo, desde la dirección de Duro este último aspecto es el que menos preocupa porque, si tardan en llegar los inversores, confía en una prórroga de la tregua demostrando a las entidades bancarias que está negociando la entrada de capital.

Duro Felguera, con una deuda cercana a los 240 millones de euros, suscribió en julio un acuerdo de espera ("standstill") con Banco Santander, Caixabank, Banco de Sabadell y Banco Popular al que se sumaron Bankia y BBVA. La tregua de los bancos finaliza el 30 de septiembre. En paralelo, la compañía asturiana presidida por Ángel Antonio del Valle firmó acuerdos de confidencialidad con varios potenciales inversores nacionales e internacionales con los que compartió un memorándum de inversión que resume las actividades y principales datos financieros de la sociedad. Entre esas empresas destacan, por su interés en entrar en el capital de Duro, las compañías españolas Acciona y Elecnor y el fondo de inversión de capital riesgo británico Bybrook. Las negociaciones siguen abiertas, pero en agosto apenas hubo avances.

Duro Felguera está centrada en la búsqueda de un inversor y sus movimientos se miran con lupa. En ese contexto llama la atención la decisión de la compañía de relevar a la actual directora gerente de Duro Felguera Calderería Pesada, Ana Isabel Bernardo. Su cargo ha sido ocupado por el ingeniero valenciano Vicente Bas, que ejercía como gerente de la planta de Amvi en Burgos.