Trabajadores de Capsa en Granda paralizaron ayer por segundo día la fábrica láctea y llevaron sus reivindicaciones al centro de Oviedo. Celebraron una concentración en La Escandalera en la que acusaron a los dirigentes de la empresa -con sus caras en las pancartas como muestra la imagen- de desviar producción a Galicia, hecho que niega la compañía. La plantilla reclama mejoras en el convenio y la dirección no está dispuesta a negociar mientras se mantenga la huelga. Ayer se celebró un encuentro en el SASEC sin avances.