El poderoso sindicato alemán IG Metall ha lanzado una campaña de paros en los que han tomado parte más de 15.000 trabajadores de unas 80 empresas en el marco de las negociaciones en las que el sindicato reclama una subida salarial del 6% para los 3,9 millones de trabajadores del sector siderúrgico en Alemania, así como el reconocimiento del derecho a una reducción de jornada a 28 horas semanales durante dos años. Lo que se plantea es que los trabajadores puedan voluntariamente rebajar su semana laboral de 35 a 28 horas, con una compensación parcial de la rebaja de salario por parte del empleador. La fórmula sería válida durante un máximo de dos años.