Duro Felguera presentará un expediente de regulación de empleo (ERE) para reducir sus plantillas en Gijón y Madrid y recortar los gastos de personal. El volumen del ajuste es lo que ahora están estudiando la dirección general de Organización y Recursos de la multinacional asturiana y el despacho asturiano Ontier, contratado para esta operación.

La dirección de Duro Felguera anunció el pasado lunes a sus trabajadores que, dentro de sus nuevos planes estratégico y de reestructuración financiera, está revisando la estructura en los centros de Gijón -en el parque tecnológico y en el "tallerón"- y Madrid, donde se ubican más de un tercio del total de los empleados de la compañía. La revisión no afecta a la plantilla que trabaja fuera de España -que se considera adecuada para los proyectos en curso en ocho países- ni a los trabajadores de Felguera Rail, con sede en Mieres, ni Núcleo de Comunicación, con sede en Madrid, filiales a las que Duro ha colgado el cartel de "se vende" y para las que ya hay candidatos.

Fuentes de la dirección de la multinacional asturiana señalaron que, una vez finalizada la revisión de la estructura de los centros de trabajo de Gijón y Madrid, la compañía planteará un ERE porque el ajuste de personal es una de las exigencias que plantean los inversores interesados en entrar en Duro Felguera para reflotarla. Las mismas fuentes apuntaron que los ajustes ya comenzaron en enero con la reducción del comité de dirección (que pasó de 12 a 5 miembros) y que a continuación continuará "hacia abajo" y afectará a todos los niveles en Gijón y Madrid. Principalmente a personal de oficina.

El objetivo es "redimensionar" la empresa, con cerca de 2.000 trabajadores, para convertirla en una "organización ligera" que sea más competitiva. La dirección de Duro Felguera, tras la llegada de Acacio Rodríguez a la presidencia, se ha fijado la meta de mejorar la eficiencia de la compañía en un 25% y para ello se mejorarán los procesos de compras, se reducirán los gastos generales, se prescindirá de instalaciones -la venta de la sede en Madrid está a punto de cerrarse, aunque la compañía seguirá utilizándola en régimen de alquiler pero ocupando 4.000 metros cuadrados menos que ahora- y se recortarán los costes de personal. Para ese último objetivo se planteará un ERE en los centros de Gijón y Madrid al considerar que es la única vía para cumplir con el ajuste de los ratios que demandan los inversores dispuestos a entrar en el accionariado de Duro. Entre ellos está el grupo de inversores liderados por el empresario asturiano Blas Herrero, que entre las condiciones que plantea se incluye el ajuste de personal.

El comité de empresa

Desde el comité de empresa de Duro Felguera evitaron ayer pronunciarse sobre los planes de "redimensionamiento" de la empresas hasta conocerlos de primera mano. En próximos días pedirán a la dirección de la empresa una nueva reunión para conocer los detalles. No obstante, en anteriores encuentros los representantes del comité de empresa ya habían expresado a la dirección de la compañía su oposición a que hubiera despidos dentro de los nuevos planes estratégicos.

Duro Felguera está en una situación de asfixia financiera, con un endeudamiento bruto de 359 millones de euros, según la información comunicada al cierre del tercer trimestre de 2017. Los bancos acreedores, pertenecientes a los cinco mayores grupos financieros españoles, ya le han concedido a la empresa varias treguas y mantienen conversaciones entre sí para consensuar una posición única para abordar con la empresa y los posibles inversores una operación de recapitalización y refinanciación de Duro.