El recibo del impuesto sobre los vehículos de tracción mecánica llegará a partir de hoy a los ciudadanos y empresas propietarias de motocicletas, turismos, camiones, autobuses y cualesquiera otros automóviles gravados por un tributo que supone uno de los principales ingresos fiscales de los ayuntamientos. Los de Asturias prevén ingresar este año cerca de 50 millones de euros por la llamada "viñeta", una cantidad análoga a de ejercicios anteriores. Al contrario de lo ocurrido con el IBI o la plusvalía, las corporaciones locales han mantenido en el último lustro una política de contención fiscal con el gravamen de los vehículos. El más alto se paga en Oviedo, superior incluso a los de las cuatro mayores ciudades españolas.
El Ente de Servicios Tributarios del Principado, que gestiona por delegación la recaudación de la "viñeta" en 77 consistorios asturianos (todos, salvo Gozón), ha comunicado que el plazo para pagar el impuesto en período voluntario comienza hoy y concluirá el día 7 de mayo. En este tiempo, los contribuyentes -personas físicas y jurídicas propietarias de vehículos no exentos de tributar- recibirán cartas de pago por correo. Podrán asimismo obtener el documento en las oficinas y a través de internet. En total, los servicios de recaudación prevén despachar 572.375 recibos, el 0,6% más que en la campaña de 2017. Si se añaden los correspondientes a Gozón, la cifra rondará los 580.000. Fuentes de la Consejería de Hacienda del Principado precisaron también que el importe total facturado para este año asciende a 49,13 millones de euros, el 0,2% interanual. El ayuntamiento gozoniego, por su parte, prevé recaudar de manera directa en torno a 520.000 euros.
La suma de lo que están llamados a pagar los asturianos se aproxima por tanto a los 50 millones de euros, prácticamente la misma cantidad que un año atrás. Será así como consecuencia de la generalizada congelación del tributo en las corporaciones locales. Langreo ha sido el único de los principales concejos en subir la "viñeta" para 2018. Lo hizo en línea con la inflación del pasado año, aplicando un incremento del 1,9% en ese y en el resto de los impuestos municipales.
Entre esos mismos ayuntamientos, Oviedo es que el cobra la "viñeta" más alta. Por un turismo de gama media (de entre 12 y 16 caballos fiscales) se abonan 141 euros, 21 euros más que en Gijón, 20 más que en Avilés, casi 15 más que en Mieres y Langreo y 45 más que en Siero.
La información estadística que divulga el Ministerio de Hacienda indica que el impuesto sobre los vehículos es particularmente caro en la capital asturiana, considerando que, para el mismo ejemplo comentado, en Oviedo (141 euros) se paga más que en las cuatro mayores ciudades españolas: Madrid (129 euros) Barcelona (136,69), Valencia (128,05) y Sevilla (132,99). La carga fiscal alcanzó esos niveles durante los gobiernos locales del PP presididos por Gabino de Lorenzo (la "viñeta" subió el 57% entre 2000 y 2012, año en el que alcanzó techo). En 2017, el gobierno de izquierdas del socialista Wenceslao López rebajó el impuesto entre dos y tres euros para los vehículos menos potentes y lo elevó para los de gama alta.
Los ayuntamientos tienen capacidad para modificar la tarifa y también para establecer recargos y bonificaciones en un tributo que, según los hacendistas, se justifica como contraprestación a los servicios públicos locales relacionados con la circulación y que incide también sobre la capacidad económica al gravar más a quienes tienen coches más potentes. Y a la "viñeta" se le atribuye también una función extrafiscal: penalizar el impacto ambiental del tráfico, en la medida en que vincular la cuantía a los caballos fiscales (resultantes de una fórmula que tiene en cuenta las características de los motores) suele hacer que el recibo sea mayor por los coches más contaminantes (los diésel y en general los de mayor potencia). Los principales ayuntamientos bonifican además (entre el 25% y el 75%) la "viñeta" cuando se trata de vehículos eléctricos, híbridos y otros "ecológicos".
