El Catastro rastrea por tierra y aire desde 2013 los municipios españoles en busca de construcciones o partes de ellas sin declarar a efectos del impuesto de bienes inmuebles (IBI) y los resultados conocidos hasta ahora de ese trabajo en Asturias son los siguientes: 45.065 inmuebles irregulares identificados, en su mayoría construcciones nuevas, ampliaciones o mejoras de otras existentes y en una parte también piscinas. Hasta septiembre del pasado año, se habían localizado 901 piscinas particulares por las que no se tributaba.
El llamado proceso de regularización catastral fue impulsado por el Ministerio de Hacienda, de quien depende la Dirección General del Catastro, para ampliar los ingresos por IBI de los ayuntamientos y combatir prácticas consideradas fraudulentas. La macroinspección llevada a cabo en estos años está legalmente anclada en una norma, poco conocida por los contribuyentes, que obliga a los propietarios de inmuebles a comunicar al Fisco cualquier nueva construcción, reforma estructural, ampliación o cambio de uso que pueda afectar al valor catastral. Este valor es la base imponible del IBI, principal ingreso de los municipios, pero también es relevante en el pago del impuesto de sucesiones, en caso de herencias, y para el tributo de transmisiones patrimoniales, que grava las compraventas de viviendas entre particulares.
El rastreo de inmuebles sin declarar es realizado sobre el terreno con personal contratado por el Catastro y también mediante el uso de fotos aéreas que en ocasiones son tomadas por drones. Una vez identificada una construcción sin declarar (por ejemplo, una piscina en una finca o la edificación de una nueva planta en una casa), el propietario es emplazado a regularizarla con el pago de una tasa (60 euros) y también de los recibos no prescritos del IBI.
Hasta diciembre de 2015, el Catastro completó la búsqueda en 31 concejos, con un saldo de 22.195 inmuebles regularizados. Los datos más actuales facilitados por el Ministerio de Hacienda llegan hasta septiembre de 2017 y comprenden los resultados de 54 municipios, entre los que se encuentran Oviedo, Gijón, Avilés y Siero. El conjunto de los 45.065 inmuebles irregulares identificados hasta ese momento se reparten así por tipos: el 39% son nuevas construcciones sin declarar; el 31%, ampliaciones y rehabilitaciones; el 28%, reformas y cambios de uso, y el 2%, piscinas.
Según otra información del Catastro, el plazo de la regularización catastral permanece activo en una veinta de municipios más, entre ellos los de Mieres y Langreo.
