Ojo por ojo. La UE contraataca y a partir de julio aplicará aranceles por valor de 2.800 millones de euros a un conjunto de productos procedentes de Estados Unidos como el zumo de naranja, el whisky, el tabaco o la ropa vaquera en respuesta a los impuestos que el Gobierno de Donald Trump ha comenzado a aplicar sobre el acero y el aluminio europeos. Además, el Ejecutivo comunitario tiene abierta una investigación para determinar si debe adoptar medidas para blindar el acero y el aluminio que se produce en regiones como Asturias frente a los efectos de los aranceles de Estados Unidos.

Esas medidas de salvaguarda en estudio podrían entrar en vigor antes de que finalice el año y tendrían como objetivo evitar que entren al bloque comunitario productos procedentes de otros países también afectados por la decisión de Trump. Es decir, sería un blindaje ante la posible oleada de importaciones de acero y aluminio de esos terceros países que también se encuentran ahora con barreras para entrar en Estados Unidos. La medida ayudaría a plantas con las de Arcelor-Mittal en Asturias, que además de sufrir los aranceles de Trump -desde Gijón se exporta alambrón a Estados Unidos- también se verían afectadas por la competencia de un posible incremento de importaciones con destino a la UE, principal mercado del acero asturiano.

La Comisión Europea tiene de plazo hasta final de año para decidir si aplica esas medidas de salvaguarda, pero lo que ya ha resuelto es responder también con aranceles a los impuestos aplicados por Estados Unidos al acero y el aluminio europeos. En concreto la UE impondrá a partir de julio aranceles adicionales valorados en 2.800 millones de euros a un conjunto de productos procedentes de Estados Unidos entre los que destacan el zumo de naranja, el whisky, el tabaco, la ropa vaquera, el maíz dulce, el maquillaje y materiales de construcción como tuberías y planchas de acero. "El Colegio de comisarios aprobó la decisión de imponer aranceles adicionales a toda la lista de productos de EE UU notificada a la Organización Mundial de Comercio (OMC) como parte de la respuesta a los aranceles de EE UU sobre productos de acero y aluminio", informó ayer el Ejecutivo comunitario, que añadió que "la Comisión espera concluir el procedimiento pertinente en coordinación con los Estados miembros antes del final de junio, de forma que los aranceles se empezarán a aplicar en julio".

A juicio de la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, la respuesta de la UE a una decisión "unilateral e ilegal" es "medida y proporcionada". "La reacción de la UE está completamente en línea con la legislación comercial internacional. Lamentamos que EEUU nos haya dejado sin otra opción que proteger nuestros intereses", subrayó la sueca.

Por su parte, el vicepresidente de la CE para la Competitividad y el Empleo, Jyrki Katainen, señaló que "la comisaria Malmström ofreció a EE UU tanto un acercamiento constructivo a la cuestión de los aranceles como la posibilidad de unirse para reformar la OMC y se negaron a aceptar estas ofertas, pero siguen en pie y, si los americanos quieren mejorar el entorno comercial internacional, siempre encontrarán un amigo al otro lado del Atlántico". El acuerdo de salvaguardias de la OMC permite utilizar medidas de "reequilibrio" correspondientes al daño causado por los aranceles de EE UU, que según las estimaciones de la Comisión Europea ascendería hasta los 6.400 millones de euros. Los aranceles aprobados ayer suponen que la UE puede ejercer sus derechos sobre productos estadounidenses por valor de 2.800 millones de euros. Los 3.600 millones restantes para compensar el impacto se podrían aplicar en un plazo de tres años o tras una resolución positiva de la OMC en la disputa lanzada por el bloque europeo.