Portazo del Principado al impuesto que reclama la patronal asturiana de los constructores, la CAC-Asprocom, para mantener las carreteras regionales y que pagarían los propietarios de coches. La puerta la cerró el viceconsejero de infraestructuras, Jorge García, que aseguró que el estudio sobre la tasa ni siquiera está previsto. Aunque dejó un pequeño resquicio abierto. "Actualmente el Gobierno del Principado no tiene este impuesto sobre la mesa". Y a renglón seguido añadió: "El marco de discusión de este posible tributo debe tener un ámbito de discusión nacional". Lo dijo en la puesta de largo del "lobby" de constructores del noroeste que ayer se presentó en Oviedo. De esta nueva asociación patronal forman parte la CAC-Asprocom, la Cámara de Contratistas de Castilla y León y la Federación Gallega de la Construcción. Tres patronales de un sector que quiere erigirse como el motor de la recuperación económica.

Son, a mayores, tres asociaciones con problemas comunes que se sienten -según confesaron- poco representadas en las patronales nacionales del sector. "No hay que ir de víctimas pero vemos que siempre se nos tiene menos en cuenta que al resto, en comparación, por ejemplo, con los del corredor del Mediterráneo", aseguró el presidente de la agrupación asturiana, Joel García. Así que las tres asociaciones quieren hacer bueno el dicho de que la unión hace la fuerza.

Con esas, la gallega y la castellana comenzaron por hacer piña con Asturias y defendieron con una sola voz el impuesto dirigido a mantener las infraestructuras. El debate por esa tasa ha abierto una brecha empresarial en la región. La CAC-Asprocom se quedó prácticamente sola defendiéndolo ya que la patronal regional Fade, la de camioneros Asetra y la de talleres de coches y concesionarios Aspa se mostraron radicalmente en contra. Pero los constructores insisten. "Es un debate que hay que abrir. El objetivo es que las infraestructuras no se caigan", defendió Joel García, "será un debate que seguramente venga ganado de Madrid y también de Europa con la viñeta verde". A lo que el líder de los constructores gallegos, Diego Vázquez, respondió que "no hay ningún impuesto finalista para el tema del mantenimiento de la red de carreteras, y se necesitan muchos fondos para mantenerla". Aunque no son los únicos problemas del sector. Otro es el de la falta de mano de obra. "Tenemos que atraer a jóvenes y mujeres", dijo Vázquez. Mientras que Enrique Pascual, de Castilla y León, aseguró que pretenden que este nuevo "lobby" sea ágil y que aporte soluciones porque "estamos convencidos de que la construcción puede actuar de locomotora en la recuperación económica". Las tres asociaciones aglutinan a 18.000 empresas y 165.000 trabajadores (incluidos los autónomos).

Aprovechando la presentación las tres asociaciones firmaron un acuerdo con el Banco Sabadell.