La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pasaba por aquí

Primero Pelayo y, después, Mariano

El líder del PP convierte su cita asturiana de campaña en un paseo con apariencia intrascendente entre loterías navideñas y quesos locales

Rajoy entre el gentío que le acompañó en su ruta canguesa, y la protesta mínima, a mucha distancia del Presidente y entre policías. LUISMA MURIAS / E. G.

El discurso de Mariano Rajoy a pie del puente romano de Cangas de Onís durmió a Javier Partida. La culpa no la tiene el Presidente (al menos, no toda la culpa). Es que Javier tiene tres meses y era su hora de la siesta. El bebé es nieto de Luis Partida, alcalde del PP de Villanueva de la Cañada (Madrid). Partida lleva de alcalde 37 años, después de ganar nueve elecciones consecutivas. Mamá y niño se fotografiaron con Rajoy a la salida del Ayuntamiento de Cangas de Onís. PP en estado puro.

Mariano Rajoy, presidente y candidato anduvo de turismo por la cuna de España. Un "marco incomparable" el del puente romano y el río Sella (Antena 3 situó en su informativo al río y al puente en Cudillero, dando lugar a un torrente viral). Rajoy es "como un paisano que viene a venos", definición de una canguesa ya abuela que se partió las falanges de tanto aplaudir. A unas horas de las elecciones, ya es mérito aparentar un pasaba por aquí en vez de un votarme, os lo pido de rodillas.

De Cangas de Onís salió el presidente candidato con tres décimos de lotería de Navidad en el bolso (regalados), con dos quesos (Gamonéu y Cabrales), con un culín de sidra en el buche y la experiencia de escuchar el "Asturias, Patria Querida" en las voces de los ancianos de la Fundación Beceña, que visitó. También con las protestas muy de fondo de representantes de los trabajadores de empresas en lucha que, megáfono en mano, cantaban el "Mariano, Mariano, no metas más la mano".

Eran pocos, diez, y los mandaron lejos, junto a la iglesia parroquial, custodiados por veinte guardias civiles y policías nacionales. "Tamos como queremos, solo falta que salga el cura a danos la bendición".

En el Ayuntamiento cangués le explicaron a Rajoy que era el primer presidente del Gobierno que pasaba por allí. Primero fue el rey Pelayo, hace muchos siglos, y después Mariano, ayer mismo. Versión histórica ultrarrápida y humorística de la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández. Con Rajoy de estrella por Cangas de Onís, Mercedes y la candidata al Congreso, Susana López Ares, pasaron inadvertidas hasta para los gatos.

Lo de los quesos tiene sentido desde que en el programa televisivo de Bertín Osborne, Mariano Rajoy se reconoció un apasionado de este alimento. Lo de la lotería también tiene su razón de ser por la proximidad del Gordo navideño. La diputada regional Carmen Pérez de la Mata pregonaba su número, el del PP de Cudillero, con un "comprarme lotería, que la tocó el Presidente". Un décimo, 23 euros: "veinte para el Estado y tres para la causa", aseguraba. Las Nuevas Generaciones también agotaron los talonarios.

Rajoy convertido en fetiche, en rey Midas, un santín de la buena suerte que habla de "medidas razonables" y "política sosegada", sonriente incluso con aquellos socios -los de Foro- que hasta hace dos días le destripaban inmisericordes. A distancia de la comitiva, los secundarios Ovidio Sánchez, Isidro F. Rozada y Gabino de Lorenzo. Callados y serios. Esto ya no va con ellos.

Compartir el artículo

stats