Dicen que el mar relaja. Y desde el gijonés Cerro de Santa Catalina, con el Elogio del Horizonte presidiendo, más. Es lugar habitual de paseo de Ignacio Prendes, candidato de Ciudadanos al Congreso de los Diputados.

Allí estaba ayer, en una mañana brumosa y cálida, en compañía de su mujer Marta, de su hija Lucía (13 años) y de su hijo Pelayo (17). El quinto "miembro" de la familia es Cooper, el perro labrador negro negrísimo, que ni se inmuta ante la presencia de periodistas y cámaras y que disfruta como nadie de la atalaya gijonesa al Cantábrico.

"Ha sido un esfuerzo físico tremendo", reconocía ayer Ignacio Prendes, que se dio el lujo de una siesta, algo impensable en las dos semanas de campaña. "Son días en los que no tienes tiempo ni de pararte a pensar". Prendes es de los que cree que estos maratones electorales tenderán a tirar más de los medios de comunicación y las redes sociales y menos del boca a oreja y el pateo de calles.