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En corto y por derecho

Calzado entre el cucho

La visita a la ganadería de Gozón de la comitiva del Presidente abrió "ad infinitum" la oferta zapatera

Calzado entre el cucho

Uno no asiste con la misma vestimenta a un acto presidencial en la Moncloa que a uno de campaña en una ganadería. Algunos no lo entendieron así y llegaron ayer a casa hechos unos adefesios. Otros, más previsores, llevaban calzado de repuesto. La visita de Mariano Rajoy a la explotación ganadera de La Carbayeda dejó en fuera de juego a muchos periodistas, políticos, simpatizantes y afines. "A ver dónde pisas" fue una de las frases recurrentes de la mañana. En esas dos horas de parque temático ganadero, con paradas a modo de atracciones, la comitiva recién llegada del pavimento madrileño sintió el vértigo de los orines y la llamada del cuchu. "¿Y estos animales se comen?", preguntaba una periodista de un medio nacional a una compañera.

Pero volvamos al zapateado. Por allí lucieron -nunca mejor dicho- los zapatinos plateados modelo Star Trek de Begoña Calleja, número 5 en las lista del PP al Congreso, o los Adidas estampados juveniles de Susana López Ares, cabeza de lista pepera. Hubo quien, como Carmen Pérez García de la Mata, diputada regional, no se anduvo con medias tintas y tiró de katiuskas negras. Ye de Cudillero y eso explica algunas cosas.

¿Y los zapatos de Mariano Rajoy? Ni en eso el Presidente se permite un soplo de innovación. Quien esperaba que ayer llegara a la ganadería gozoniega con look de leñador y botas Chiruca perdió toda esperanza -que diría Javier Fernández, lector de Dante- al primer asomo del coche oficial.

Rajoy es previsible y en eso basa su éxito aunque suene a paradoja. Zapatos negros, tacón fino y suela desgastada de tanto correr por España, un país que como recordó su presidente en funciones está lleno de españoles.

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