El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no abordó, de manera explícita, cuestiones de Asturias en el acto central de su campaña en la región, que tuvo lugar en una ganadería de Martín de Podes (Gozón). En esta entrevista en LA NUEVA ESPAÑA, a la que respondió a través de un cuestionario, habla de las infraestructuras pendientes en la región, la minería y la tarifa eléctrica.
-Las encuestas dan como ganador al PP, pero de nuevo sin mayoría suficiente para formar gobierno en solitario. ¿Cuál será su estrategia de pactos?
-Mi estrategia será la misma que he mantenido anteriormente: ofrecer, si no hay una mayoría clara, una gran coalición de los partidos moderados. Creo que es la mejor opción para España en estas condiciones y creo, honestamente, que nuestra obligación es ofrecer a los españoles un horizonte de estabilidad, para consolidar la recuperación económica y asegurar el bienestar de todos. No obstante, si no quieren que se logre un acuerdo, lo más democrático y lo más sensato es respetar la voluntad de los españoles y dejar gobernar a la lista más votada. A lo largo de esta campaña he apelado al compromiso del resto de partidos para que respeten la elección mayoritaria de los ciudadanos y podamos tener gobierno lo antes posible. Los ciudadanos no se merecen nuevos vetos que imposibiliten el gobierno de un partido que gana holgadamente las elecciones y, además, es la fuerza más votada en una amplia mayoría de las provincias.
-¿Cree que estas segundas elecciones clarificarán la gobernabilidad de España, porque las posiciones de partida de los cuatro partidos no parecen muy distintas a las del 20-D?
-Sinceramente, creo que poner líneas rojas y vetos es un error. Necesitamos un Gobierno estable, con una sólida mayoría parlamentaria detrás para hacer frente a los muchos retos que tenemos ante nosotros, entre ellos alejar la amenaza del populismo. En la práctica esto se traduce en que los moderados tenemos que estar unidos. Nuestro sistema electoral castiga la división de voto, y concentrar el voto en el PP es lo que nos va a permitir vencer al populismo. Pero, una vez que los españoles voten, la responsabilidad es de los políticos. Y por eso, no nos podemos permitir un bloqueo político como el que llevó a cabo el señor Sánchez tras las elecciones de diciembre. Tenemos ahora la oportunidad de demostrar a los españoles que somos capaces de actuar con responsabilidad y de crear grandes consensos en torno a los temas fundamentales. No podemos ir a unas terceras elecciones, porque entonces estaríamos desmereciendo la confianza que los españoles depositan en nosotros.
-Su Gobierno terminó la Autovía del Cantábrico pero la Variante de Pajares, clave para completar la red de comunicaciones de Asturias, se le atraganta. ¿Por qué se resiste el Ministerio a dar un calendario? ¿Está en condiciones de garantizar su inauguración en la próxima legislatura, en el caso de que repita como Presidente?
-A lo largo de la legislatura, el Estado no ha dejado de invertir en infraestructuras clave para la vertebración de Asturias. Se ha concluido la Autovía del Cantábrico, se han retomado las obras suspendidas de la A-63 y también se ha apostado por el desarrollo del acceso al puerto de El Musel. En cuanto al AVE a Asturias, en ningún momento ha estado en duda para este Gobierno. Se están superando los problemas encontrados, que eran muy graves, para poner en marcha la infraestructura del modo más seguro y riguroso. Por lo tanto, nuestro compromiso con esta infraestructura, en la que se han invertido más de 3.300 millones de euros, está fuera de toda duda. De hecho, en los presupuestos de 2016 hemos comprometido 236,5 millones de inversión para el AVE a Asturias.
-El Gobierno asturiano denuncia un agravio comparativo en el trato a los puertos asturianos respecto a los gallegos ante cuestiones como la regasificadora de El Musel, que sigue paralizada, y la autopista del Mar. ¿Puede comprometer apoyo a estos dos proyectos?
-En una legislatura con extraordinarias dificultades presupuestarias, hemos apostado por Asturias, hemos defendido sus intereses en nuestras políticas y ante la UE y hemos atendido las necesidades de los asturianos también en materia de puertos. En las cuestiones que plantea, es cierto que hay restricciones normativas, en el caso del sector gasista, o decisiones empresariales en las que el gobierno no interviene. Aun así, respecto de la autopista del Mar Gijón-Nantes, tanto el gobierno de España como el de Francia hemos apoyado decididamente el funcionamiento de esta línea con un nuevo operador. En definitiva, lo que puedo comprometer es que el Gobierno seguirá apoyando, en lo que de él dependa, todos aquellos proyectos que contribuyan al progreso de Asturias.
-Un Gobierno del PP firmó los fondos mineros para reactivar las Comarcas Mineras. ¿Cuál es su balance?
-En efecto, el Gobierno del PP impulsó el plan de la minería del carbón 1998-2005, que supuso un estímulo al desarrollo alternativo de las comarcas mineras. Con posterioridad fue también un Gobierno del Partido Popular quien acordó con los sindicatos mineros y la asociación española de empresas productoras el Acuerdo Marco de la Minería del Carbón 2013-2018. Por tanto, la minería española ha estado sujeta a un proceso de reconversión, que se ha llevado a cabo a través de 5 grandes planes de apoyo a la industria del carbón y a las comarcas mineras y que han supuesto unas ayudas acumuladas de más de 22.000 millones de euros. A ello debemos sumar los 2.130 millones de euros que se van a aportar en el marco vigente, y que ponen de relieve nuestro apoyo indudable a este objetivo.
-¿Hubo el suficiente control del Gobierno central? ¿Qué la parece que uno de los firmantes de aquel plan, el sindicalista José Ángel Fernández Villa, esté siendo investigado tras acogerse a la amnistía fiscal mientras las comarcas mineras asturianas languidecen?
-Cada cual debe responder de su propia actuación. Tras un proceso de diálogo permanente con todos los agentes sociales implicados, en octubre de 2013 firmamos el Marco de Actuación para la Minería del Carbón y Comarcas Mineras 2013-2018, que incluye el Plan al que la Comisión Europea acaba de dar su visto bueno. En definitiva, este Gobierno ha sido responsable en su actuación, apoya la minería, las cuencas mineras y a sus gentes.
-¿Qué prioridades tendrá el nuevo plan de ayudas para el cierre de la minería, de 2.100 millones, que acaba de acordar con la Unión Europea?
-No sólo se contemplan ayudas a las empresas mineras, por pérdidas de producción y por los costes excepcionales a causa del cierre de explotaciones, sino especialmente las ayudas sociales dirigidas a los trabajadores, ayudas por costes de prejubilaciones y por bajas indemnizadas, que se concederán a quienes pierdan los puestos de trabajo por el cierre de explotaciones. También destacan las ayudas al impulso económico de las comarcas mineras: para el establecimiento de empresas que supongan creación de empleo, o para proyectos de infraestructuras y restauración de zonas degradadas por la minería. En el Consejo de Ministros autorizamos recientemente la convocatoria de ayudas a la producción de las empresas mineras, por 25,3 millones de euros, y de ayudas destinadas a proyectos empresariales generadores de empleo de 40 millones.
-¿Asume la tarifa eléctrica a las grandes empresas como una asignatura pendiente a aprobar en la próxima legislatura?
-El nuevo mecanismo de subastas es más competitivo. La nueva regulación del servicio de gestión de la demanda ha permitido que determinadas industrias de Asturias puedan seguir operando en condiciones de mercado. El objetivo debe ser consolidar un marco que permita a la industria desarrollarse en un entorno más flexible, lo que redundará en beneficio del empleo.
