Elecciones 23J

Alberto Núñez Feijóo: un veterano ante su gran desafío

Su inexperiencia internacional y sus pactos con Vox amenazan el ascenso de un político que llegó para frenar la crisis interna del PP y que ve en la 'ola azul' que nació el 28M su gran oportunidad

Ilustración de Alberto Núñez Feijóo encarándose a un león del Congreso color PSOE con bola color Sumar.

Ilustración de Alberto Núñez Feijóo encarándose a un león del Congreso color PSOE con bola color Sumar. / Pablo García

Pilar Santos / Paloma Esteban

Alberto Núñez Feijóo llega a las elecciones del 23 de julio, las primeras como candidato a la presidencia del Gobierno, con todo a su favor. La victoria de las autonómicas y municipales consolidó al líder conservador hasta la primera posición, según todas las encuestas. En esta campaña ya ha superado la prueba más difícil: el debate con Pedro Sánchez. Queda la gran incógnita por resolver: si a pesar de ganar las elecciones consigue o no llegar al Gobierno, hacerlo en solitario o en coalición con Vox. Estos son sus puntos a favor y en contra a partir de su DAFO, una evaluación de sus Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.

En el siguiente cuadro interactivo se muestran las palabras clave del análisis del candidato. Cada término se desarrolla en los textos que aparecen después.

Debilidades

Vox. Los pactos del PP con Vox en más de cien ayuntamientos y en los gobiernos autonómicos de la Comunidad Valenciana y Extremadura son la principal debilidad de Feijóo. Las primeras decisiones de esas instituciones gobernadas por ambos han incluido el veto parental en las aulas, la censura de obras de teatro y de revistas, e incluso prohibiciones de protestas contra la violencia machista.

Situación económica. El PP no puede utilizar en esta campaña la economía como arma contra el Gobierno. Los buenos datos de crecimiento (un 5,5% del PIB el año pasado y un 1,9% previsto para este 2023) y la inflación (se ha contenido más rápidamente que en el resto de la Unión Europea) le han quitado esta baza clásica de los políticos conservadores. El verano del año pasado anunciaron un “otoño caliente” que no llegó y la economía empezó a perder peso en los argumentarios del PP.

Equipo. Feijóo se presenta solo ante el peligro del 23J. No ha querido aclarar (para que no le critiquen) quiénes serán su vicepresidenta y su ministro de Economía, de los que solo ha desvelado que serán una mujer y un hombre respectivamente. La número dos de la lista por Madrid, con la que supuestamente hace tándem, la escritora Marta Rivera de la Cruz, es casi una desconocida y exmilitante de Ciudadanos. Solo ha querido concretar un detalle sobre su equipo: el Consejo de Ministros se reducirá de los 22 ministerios actuales a una quincena.

Amenazas

Mayoría insuficiente. Feijóo ha apostado toda su campaña a la carta de que conseguirá una mayoría suficiente para un Gobierno en solitario. Hasta el punto de que en Génova consideran que podría superar la barrera de los 160 diputados. No conseguirlo implicaría un fracaso a su llamamiento al voto útil y obligaría, casi de forma automática, a tener a ministros de Vox. Es sin duda la gran amenaza del conservador tras el 23J.

Inexperiencia internacional. A pesar de que se ha convertido en una esperanza para el PP europeo, en declive tras la marcha de Angela Merkel, Feijóo es un político desconocido en Bruselas. Su inexperiencia internacional, que además coincide con la presidencia española de la UE este semestre, le obligará a desenvolverse en política exterior desde el primer minuto si llega a la Moncloa. Esteban González Pons ha hecho de escudero en todo momento. Pero las dudas sobre las carencias de equipo internacional y no hablar inglés, el idioma que mueve el mundo, pueden causarle quebraderos de cabeza.

Sin más aliados. A la espera de cómo quede configurado el Congreso, todos los partidos que inclinan la balanza hacia un gobierno del PSOE o del PP han dado la espalda a Feijóo públicamente si pacta con Vox. El conservador confía en que el “pragmatismo” de formaciones como el PNV acabe imperando, pero si en la ecuación entra la extrema derecha, el PP tendrá muy difícil buscar cualquier otro aliado el resto de legislatura.

Fortalezas

Cara a cara. A Feijóo le fue bien en el único debate que habrá hecho con Sánchez en toda la campaña. El presidente partía de una posición de aparente ventaja, pero fue el líder del PP el que dio la sorpresa con una estrategia de ataque que no cambió en ningún momento. Se lanzó a por el socialista en el bloque económico y contestó a los pactos sobre Vox con la ley del ‘solo sí es sí’. El cara a cara le ha dado un balón de oxígeno clave mirando al 23J.

Mayorías absolutas. En su mochila lleva 13 años gobernando la Xunta de Galicia y cuatro mayorías absolutas. Una baza de legitimidad en las urnas que en este momento no tiene ningún político a nivel autonómico. A pesar de las críticas de la izquierda, disfruta de una imagen de gestor que le permite exhibir credibilidad y experiencia. Antes de la política gallega estuvo al frente de InSalud y de Correos y se jacta de ser un gran conocedor de la administración.

Partido. Su llegada a la presidencia del PP no solo terminó con una salvaje crisis interna, la de Pablo Casado, sino que ha proporcionado una suerte de paz que hacía tiempo que no se vivía. Incluso Isabel Díaz Ayuso, que ya logró su mayoría absoluta, está alineada con el nuevo líder sin apenas contradicciones en los mensajes. Las filas están más prietas que nunca.

Oportunidades

El centro. Las malas decisiones de Albert Rivera en 2019 hirieron de muerte a Ciudadanos, que ha ido plegando velas poco a poco estos cuatro años. Estas elecciones ni siquiera se presentan así que todos esos votantes, en su gran mayoría, según señalan las encuestas, volverán a coger la papeleta del PP. Además, los sondeos detectan que habrá también un trasvase determinante de antiguos votantes socialistas que apostarán por Feijóo. En Génova consideran que son los “avergonzados por las decisiones de Sánchez con los indultos, la derogación de la sedición y la ley del ‘solo sí es sí”’. 

El 28M. Las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo tiñeron de azul España. La pérdida de poder territorial del PSOE afianzó la sensación de cambio de ciclo que apuntan las encuestas. Esa victoria contundente de los populares ha permitido a Feijóo llegar en una posición cómoda a la campaña de las generales y también lograr una unidad interna en el PP que el partido necesitaba después del descabalgamiento de Pablo Casado.

Desgaste de Sánchez. La pandemia, Filomena, el volcán de La Palma, la guerra de Rusia… Sánchez ha repetido en numerosas ocasiones los desafíos a los que ha tenido que hacer frente en esta legislatura. Esos hechos, junto con decisiones políticas de ceder ante los independentistas (indultos, derogación de la sedición y reforma de la malversación) y ante Unidas Podemos (no cesó a ninguna responsable de la ley del ‘sí es sí’) han erosionado su figura, además de los pactos con Bildu. El 23J se verá si hasta el punto de salir de la Moncloa.

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