Madrid

Los Presupuestos Generales del Estado tendrán un límite de gasto de 153.920 millones de euros en 2008, un año en el que, según las previsiones del Gobierno, las administraciones públicas lograrán su cuarto superávit consecutivo, que el Gobierno estima será del 1,15 por ciento del PIB. El Consejo de Ministros aprobó ayer el objetivo de estabilidad presupuestaria del próximo trienio, así como el citado límite de gasto, todas ellas estimaciones «prudentes», según el vicepresidente segundo, Pedro Solbes.

El ministro de Economía y Hacienda negó en rueda de prensa posterior al Consejo que el Gobierno tenga una política expansiva de gasto, ya que el límite fijado, que aumenta el 6,7 por ciento con respecto al de 2007, está en línea con el crecimiento del PIB nominal, que se prevé sea del 6,6 por ciento.

Solbes añadió que en años anteriores el crecimiento final ha sido mayor que el aumento del gasto presupuestado, por lo que en todo caso la política fiscal del Ejecutivo sería restrictiva y acorde con la idea de aprovechar las fases de crecimiento para mantener unas cuentas saneadas.

El techo de gasto se ha calculado teniendo en cuenta unos ingresos estimados para 2008 de 156.807 millones de euros (el 6,8 por ciento más), con lo que el Estado cerraría con un superávit de 2.886 millones de euros, el 0,26 por ciento del PIB.

En cuanto al superávit calculado para el conjunto de las administraciones públicas, mejora con respecto a las previsiones del programa de estabilidad, aprobado en diciembre, y calcula un saldo positivo del 1,15 por ciento del PIB en cada uno de los tres próximos ejercicios.

Excedentes decrecientes

A estos saldos se une el superávit que se espera también al cierre de este año, asimismo, «posiblemente, por encima» del 1 por ciento estimado en un principio, reconoció Solbes. Tanto las estimaciones de superávit de este año como de los tres próximos son inferiores al saldo positivo logrado en 2006, del 1,8 por ciento del PIB.

Según Solbes, esto se debe a que las previsiones de crecimiento son menores y también las estimaciones de ingresos, debido a la reforma fiscal, que «ya ha tenido un impacto claro», al haberse recaudado 600 millones menos en el primer trimestre del año.

Para llegar al 1,15 por ciento de superávit, el año que viene y los dos siguientes, el Gobierno ha calculado que la Administración central registrará un superávit del 0,30 por ciento del PIB (del 0,26 por ciento por parte del Estado y del 0,04 por ciento en los organismos autónomos). La Seguridad Social, por su parte, tendrá un superávit de al menos el 0,60 por ciento del PIB -estimación también conservadora, según afirmó Solbes-, mientras que las comunidades autónomas deberán tener un superávit conjunto del 0,25 por ciento del PIB y los ayuntamientos han de alcanzar el equilibrio.

El objetivo de las comunidades autónomas no incluye el posible déficit adicional, también del 0,25 por ciento del PIB, en el que éstas pueden incurrir para financiar inversiones productivas, de modo que al final, explicó el Vicepresidente, sus cuentas deberán cerrarse con un saldo entre el equilibrio y el porcentaje de superávit citado.

En su explicación de los límites de gasto, Solbes calificó de «realista» la previsión de crecimiento que el Gobierno mantiene para 2008, del 3,3 por ciento, a pesar de que otros organismos, como la OCDE, estiman para España una desaceleración mucho mayor, con crecimientos del 2,7 por ciento.

A este respecto, dijo no compartir «en absoluto» la estimación de la OCDE que, según señaló, elaboró cuando se produjo la caída del mercado de valores, hace un mes, y antes de conocerse la cifra de crecimiento del primer trimestre, del 4,1 por ciento.