Madrid
Tres meses después de conocerse el fallo, el Tribunal Supremo hizo ayer pública la sentencia en la que condena al ex presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, y los ex miembros de la Mesa de la Cámara Gorka Knorr y Concepción Bilbao por un delito de desobediencia a la autoridad judicial al negarse «de forma consciente y deliberada» a disolver el grupo parlamentario de Batasuna tras su ilegalización.
El Tribunal justifica su decisión de no aplicar la «doctrina Botín» -que impide la apertura de un juicio a instancia exclusiva de la acusación popular- al «caso Atutxa» al no existir perjudicados directos. Cinco de los doce magistrados que componen la sala mostraron su voto discrepante y se mostraron a favor de la absolución.
La «doctrina Botín» fue avalada en su día por el Supremo al respaldar la negativa a abrir juicio contra el presidente del Grupo Santander, porque la celebración de un juicio únicamente instado por la acusación popular contraviene la legalidad.
En el caso de Atutxa, el Supremo decidió no aplicarle esta doctrina y le condenó a un año y medio de inhabilitación y multa de 18.000 euros. Concepción Bilbao y Gorka Knorr fueron inhabilitados por un año.
El argumento del Supremo para no aplicar la «doctrina Botín» a Atutxa es que «el fiscal no puede monopolizar el ejercicio de la acción pública» que nace de la comisión del delito de desobediencia que, a diferencia con los delitos fiscales imputados a Botín, «carece, por definición, de un perjudicado concreto susceptible de ejercer la acusación particular».
El Tribunal dice que «los tres imputados descartaron de forma consciente y deliberada (...) el acatamiento de la sentencia del Supremo» y «camuflaron su contumaz rechazo a los efectos jurídicos derivados del proceso de ilegalización de Batasuna». Hay otros procesos únicamente sostenidos por la acusación popular. Uno afecta a Ibarretxe y a los dirigentes del PSE Patxi López y Rodolfo Ares por reunirse Batasuna. También está el caso del ácido bórico contra policías por falsear informes sobre el 11-M.
