Madrid

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó ayer en el Senado su deseo de reformar el sistema de financiación autonómica «a la mayor velocidad posible» y añadió que en el nuevo modelo las comunidades deberán implicarse más en la recaudación fiscal para sufragar sus gastos.

Zapatero compareció en el primer Pleno del Senado para explicar los ejes de la legislatura y, entre sus principales compromisos, situó el cambio del sistema de financiación «con el acuerdo entre todos».

Junto a una mayor corresponsabilidad fiscal, el presidente del Gobierno abogó por una solidaridad interterritorial más transparente y vinculada a la dotación de infraestructuras y a la garantía de que habrá fondos suficientes para prestar los servicios públicos a los ciudadanos en condiciones de igualdad.

Al abordar estos aspectos, y a la vez que defendía la suficiencia financiera de las comunidades autónomas y llamaba a una «solidaridad equitativa», Zapatero destacó la necesidad de que el Estado disponga de recursos para las infraestructuras «interautonómicas», la financiación de nuevos servicios sociales, como la atención a la dependencia, o el impulso de planes territoriales.

En otras palabras, Zapatero reclamó la necesidad de que el nuevo sistema garantice la suficiencia financiera del Gobierno central, de modo que Ejecutivo y Parlamento puedan seguir abordando «proyectos de envergadura», como las citadas infraestructuras interautonómicas.

Junto a esta cuestiones, Zapatero su voluntad de reformar el Senado en esta legislatura, un proyecto que fue imposible de alcanzar en los últimos cuatro años. Ayer mismo el Gobierno entregó a la Mesa de la Cámara el informe redactado por el Consejo de Estado en 2006 sobre la reforma, un texto que confió que concite el consenso de los grupos para convertir el Senado en «una genuina Cámara de representación territorial».

En respuesta a las preocupaciones de los minoritarios, Zapatero garantizó que cumplirá todos sus compromisos en inversiones e infraestructuras. El Presidente subrayó que fomentará la protección de las lenguas oficiales y su «buena convivencia» con el castellano y ha asegurado que, al final de la legislatura, todos los problemas básicos del agua estarán resueltos.