Bilbao / Vitoria

El lendakari, Juan José Ibarretxe, expresó ayer «la máxima condena» del Gobierno vasco al atentado de Legutiano que costó la vida al guardia civil Juan Manuel Piñuel y afirmó que los responsables de las instituciones públicas no deben «resignarse» ante la violencia. Además, emplazó a los políticos a «arriesgar» por la paz para llegar a acuerdos políticos con el fin de que los vascos decidan su futuro. «La sociedad nos exige a quienes podemos que hagamos», añadió.

Ibarretxe también aseguró que su Gobierno apoyará cuantas iniciativas acuerden el Ayuntamiento de Legutiano en repulsa por el atentado y convocó concentraciones para hoy, jueves, ante todas las instituciones a las doce del mediodía, informa «Europa Press».

«Qué heroicidad atentar contra la casa cuartel. No digas, ETA, que ha sido por la patria ni que es por el pueblo vasco, por favor. Qué heroicidad atentar contra una casa cuartel en la que viven unos guardias civiles sencillos con sus familias, con sus hijos y sus hijas», añadió el Lendakari. Por ello, tras señalar que la sociedad vasca está «realmente asqueada y cansada» de la banda terrorista, expresó su «máxima condena en nombre del pueblo vasco».

Por su parte, el portavoz del grupo del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, aseguró, en condena al último atentado de ETA, que «avergüenza que alguien pueda pensar» que su partido alberga «la más mínima coincidencia» con la banda terrorista, informa «Efe».

Mientras, como era de esperar, ANV siguió impasible ante el dolor y la muerte causada por ETA. Los representantes de la formación aberzale evitaron condenar el atentado de Legutiano en todas las instituciones en las que se presentaron textos contra la última acción de los terroristas.

El secretario general de PSE-EE, Patxi López, consideró que, tras el último atentado de ETA, es «más necesario que nunca aparcar proyectos particulares».

También se pronunció la izquierda aberzale asegurando que el atentado es «prueba del recrudecimiento del conflicto político y armado que vive» el País Vasco y deja en evidencia que su solución debe ser una «prioridad inaplazable» para todos.

La Confederación Empresarial Vasca mostró su condena y rechazo por el atentado de ETA y reiteró el «hartazgo» y su «unánime repulsa» por estos hechos.

Por último, el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, y el prelado auxiliar de la villa, Mario Iceta, condenaron de forma «enérgica» el último atentado de los terroristas y llamaron a «deslegitimar» a la banda armada «no sólo en sus acciones, sino también en sus objetivos». Por otra parte, llamaron a la «unión sincera» contra ETA, «sin prestarle apoyos directos ni indirectos».