Madrid / Oviedo

La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, aseguró ayer que el Gobierno no ha reconocido «en absoluto» la soberanía marroquí sobre el Sahara occidental, y ha acusado al líder del PP, Mariano Rajoy, de «ignorancia o mala fe» al vincular la vuelta de Aminatu Haidar con los intereses agrícolas de Marruecos.

Pajín negaba con estas palabras que el reconocimiento de que la ley marroquí es la que rige en el Sahara, incluido en el comunicado emitido por el Gobierno para facilitar la liberación de Haidar, equivalga a un reconocimiento de soberanía. Igualmente, desmentía cualquier relación entre la liberación de la activista, el pasado jueves, y la firma, ese mismo día, del acuerdo entre la UE y Marruecos sobre liberalización del comercio agrícola y pesquero. Este acuerdo incluye un trato preferencial para el tomate marroquí, que ha sido denunciado como dañino por los agricultores canarios.

«Quien se merece tomates, en el sentido popular de la expresión, es la oposición del PP», el único partido que «no ha movido ni un solo dedo» para ayudar a Haidar, subrayó Pajín en una rueda de prensa ofrecida tras la última reunión del año de la ejecutiva socialista.

A su juicio, es grave que a los populares se les «llene ahora la boca» hablando de los saharauis cuando «nunca alzaron la voz» desde el Gobierno y, de hecho, con los gobiernos de Aznar, rebajaron al mínimo histórico la ayuda oficial a los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia).

Respecto a la controversia sobre las facilidades al tomate marroquí, el secretario de Estado de Medio Rural, Josep Puxeu, criticó ayer la «impostura y cinismo» del PP y resaltó que aunque el acuerdo se cerró la semana pasada, técnicamente lo estaba desde hace varios meses. Por otra parte, añadió, el acuerdo deberá ser ahora aprobado por las instancias comunitarias.

Desde el PP, su secretaria general, María Dolores de Cospedal, lamentó que el Gobierno ceda siempre, en su opinión, en la defensa de los intereses de los ciudadanos españoles e hizo hincapié en que «nunca un Gobierno español había reconocido algún tipo de soberanía del reino de Marruecos en el antiguo Sahara».

Cospedal también aludió a la controversia sobre el tomate, al afirmar que hace no muchas fechas, la ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, «daba por malo» el tratado con Marruecos y parece ser que ahora se considera «bueno».

Por su parte, el Frente Polisario acusó al Gobierno de avalar la ocupación del Sahara Occidental por Marruecos y la violación de los derechos humanos. El delegado del Polisario en España, Mohamed Jadad, aseguró que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero ha dado un «cheque en blanco» al reino de Marruecos como contrapartida para solucionar la huelga de hambre de Haidar.

Rabat

Marruecos afirmó ayer que el caso de la activista saharaui Aminatu Haidar «está cerrado» y proclamó que «no puede aceptar» que el conflicto del Sahara y las relaciones bilaterales se usen en España con fines políticos internos.

«El Sahara y la relación de Marruecos con España se utiliza demasiado a menudo para consideraciones de política interna. No se ve con la objetividad deseada en un país vecino, sino a través de un prisma politizado, y no podemos aceptarlo», apuntó el ministro marroquí de Exteriores, Taib Fasi Fihri. El Ministro constató que en las últimas tres décadas «ha habido muchos progresos en materia de confianza mutua, asociación económica y cultural o lucha contra la inmigración clandestina».

Consideró además que el caso de Aminatu Haidar no «ha afectado para nada el estatuto avanzado de asociación con la Unión Europea» y recordó que no sólo «Marruecos es socio de la UE» sino que el estatuto «no es un regalo europeo, sino una serie de compromisos que comportan obligaciones que el país ha asumido».