Oviedo, E. F. / Agencias

La posición de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se ha debilitado de modo evidente a lo largo de esta semana, hasta el punto de que han comenzado a proliferar los rumores sobre su intención de dimitir. Su exclusión de la comisión que negociará un pacto anticrisis con los partidos, designada el pasado miércoles por el presidente Zapatero, ha venido a reforzar la impresión, ya muy extendida, de que su relación con el jefe del Ejecutivo se ha deteriorado en los últimos tiempos.

La sensación de debilidad que transmite De la Vega está siendo aprovechada por el PP para tratar de abrir un boquete en el Ejecutivo. Así, el presidente popular, Mariano Rajoy, explicó ayer que la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, centrará en adelante sus preguntas en la sesión de control de los miércoles a la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, quien junto a los ministros de Fomento e Industria, José Blanco y Miguel Sebastián, integra la comisión anticrisis. «Ella pregunta a quien cree que tiene más influencia, supongo, o a quien cree que tiene más capacidad de decisión. No lo sé exactamente. Habrá que preguntárselo a ella», añadió con calculada ambigüedad el líder popular. De la Vega, en tanto que vicepresidenta política, ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno, ha sido la principal delegada de Zapatero para asuntos políticos y ha venido siendo su baluarte en el Congreso en una amplia gama de asuntos desde 2004.

En esas condiciones, la pregunta sobre su posible dimisión era inevitable en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de ayer. Y los periodistas se la hicieron. De la Vega respondió que le «faltan horas para hacer todo el trabajo que tiene» y aseguró que todo el equipo de gobierno, incluida ella, está «volcado» en una prioridad que es trabajar para «salir de la crisis».

Preguntada sobre si no debería haber participado en la comisión, De la Vega aseguró que «se siente muy bien representada por la vicepresidenta segunda y los ministros de Fomento e Industria, que desarrollan su trabajo de manera excelente».

En cuanto a la decisión del Partido Popular de dirigir el grueso de las preguntas del control semanal a la ministra de Economía, la Vicepresidenta optó por la ironía y argumentó que si el PP ha decidido no plantearle ninguna pregunta en el Pleno de control al Gobierno de la próxima semana debe de ser porque «comparte toda la acción política del Gobierno».

La «número dos» del Gobierno anunció que, aprovechando que no tendrá que ir al control semanal, viajará a Bruselas para atender asuntos pendientes relacionados con el semestre español de Presidencia española del Consejo de la UE.