Madrid / Oviedo

El Consejo General del Poder Judicial acordó ayer, por unanimidad, suspender cautelarmente en sus funciones al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, después de que el magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela abriera esta semana juicio oral contra él por prevaricación al investigar las desapariciones del franquismo, careciendo de competencia para ello.

Además, Garzón podría sentarse en el banquillo por los cursos de Nueva York patrocinados por el Banco Santander y el posterior archivo de una investigación a directivos de la entidad y por escuchas a los cabecillas de la «trama Gürtel».

La portavoz del Poder Judicial, Gabriela Bravo, dijo que la suspensión cautelar de Garzón se extenderá «hasta que se dicte sentencia». A pesar de todo, no determina la pérdida de su plaza en la Audiencia aunque se prolongue más de seis meses.

La decisión de apartar al juez fue adoptada por los 17 vocales más el presidente que asistieron al pleno extraordinario, de casi tres horas, en cumplimiento de los artículos 383.1 y 384 de la ley Orgánica del Poder Judicial. La portavoz explicó que el pleno entiende que el auto de apertura de juicio oral dictado por el magistrado Luciano Varela determina la salida temporal de Garzón de la Audiencia mientras se resuelve este procedimiento penal, donde se solicitan 20 años de inhabilitación.

Preguntada por si no teme por el prestigio de la Justicia, la portavoz respondió que «tenemos un sistema judicial garantista y unos jueces que aplican las leyes». Antes de abordar la suspensión, el pleno, convocado a petición de siete vocales del PP, rechazó la recusación de Gema Gallego planteada por Garzón y aceptó que José Manuel Gómez Benítez se abstuviera. Tampoco intervinieron el vicepresidente Fernando de Rosa, ni la vocal Margarita Robles, que se apartaron al ser recusados. A las puertas del Poder Judicial se concentraron familiares de víctimas con banderas republicanas y pancartas contra Varela.

La noticia de que acababa de ser apartado del Juzgado Central de Instrucción número 5 del que fue titular durante 23 años, la recibió Garzón por teléfono a la una y veinte de la tarde mientras tomaba declaración al empresario Josep Singla, uno de los imputados en la llamada «operación Pretoria», en la que investiga una trama de corrupción urbanística en Cataluña.

El propio Singla explicó que ante el aviso de una llamada «urgente del Poder Judicial, Garzón le hizo salir del despacho. Minutos después, el juez reanudó su trabajo. «Daba la sensación de que había recibido buenas noticias», explicó el imputado. Media hora más tarde, al salir de la Audiencia, el magistrado no pudo contener la emoción ni las lágrimas (ver última página) ante las muestras de apoyo y de afecto de los funcionarios de su Juzgado, del resto de los jueces y de fiscales.

A las ocho de la tarde, Garzón recibía ya en su despacho de la Audiencia la notificación de su suspensión cautelar, que de esta forma es ya efectiva. En un segundo plano queda el escrito en el que el juez pidió ayer al Supremo la anulación del auto de apertura de juicio oral dictado contra él por Luciano Varela.

Las asociaciones de la memoria histórica calificaron de escándalo la suspensión y acusaron al Poder Judicial de actuar como «heredero del franquismo». Manos Limpias celebró esa decisión como «un triunfo de toda la sociedad» que ha devuelto «la dignidad a la justicia». Falange también valoró «muy positivamente» la «despolitización» de los juzgados». Amnistía Internacional tachó la suspensión de «hecho escandaloso». Por la tarde, centenares de personas se concentraron ante la Audiencia en apoyo de Garzón y cortaron la calle Génova.

Escuchas de «Gürtel»

El pasado diciembre el abogado del empresario José Luis Ulibarri presentó una querella contra Garzón por ordenar intervenir comunicaciones en prisión entre varios imputados y sus letrados. El Supremo la admitió en febrero y la fiscalía recurrió argumentando que las escuchas aportaron datos clave.

Cobros en Nueva York

En junio de 2009, Garzón fue denunciado ante el Supremo por los ingresos que recibió del Banco Santander durante su permiso académico en Nueva York (2005- 2006). Garzón recurrió sin éxito. En abril pasado, la Universidad de Nueva York garantizó que el juez ni pidió ni recibió dinero de ese banco.