Ibiza, A. FERRER

La boda en Formentera de un teniente del Ejército del Aire no movilizó únicamente un helicóptero del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) con base en Palma, sino que en el traslado de invitados participaron también dos aviones de transporte ligero, que llevaron a varios grupos hasta el aeropuerto de Ibiza y luego los recogieron para regresar a sus lugares de origen. El Ministerio de Defensa admitió ayer oficialmente que se había producido un «uso indebido» del helicóptero y que se había abierto un expediente disciplinario a los responsables. Sin embargo, el portavoz de Defensa no pudo comentar nada acerca de la utilización de los dos aviones porque no tenía ninguna noticia de ello hasta que se la trasladó «Diario de Ibiza», del mismo grupo editorial que LA NUEVA ESPAÑA.

Los aterrizajes y despegues del helicóptero en Formentera, en esta especie de puente aéreo organizado para los invitados a la boda del oficial del SAR llamaron mucho la atención en la isla y motivaron incluso la actuación de una patrulla de la Guardia Civil y una petición formal de información por parte del presidente del Consejo Insular, dado lo inusual del lugar elegido para las operaciones, en la zona de Es Ca Marí, junto a la playa de Migjorn y muy cerca del establecimiento en el que se ofreció el banquete nupcial.

La participación de los aviones fue mucho más discreta, pero a pesar del abundante tráfico aéreo que se registraba en el aeródromo durante el fin de semana, no pasó inadvertido a los aficionados al avistamiento de aviones, los «spotters». En las imágenes facilitadas por uno de ellos se aprecia el despegue de un C-212 Aviocar (con capacidad para 26 pasajeros) también perteneciente al SAR de Palma. Según el relato de este «spotter», un grupo de media docena de personas descendió del Aviocar para subirse inmediatamente al helicóptero, que los esperaba para volver a despegar hacia Formentera. Otras fuentes aseguran que también intervino un CN-235 (con capacidad para 48 pasajeros).