El 35.º aniversario de la muerte de Franco se vivió ayer en el Valle de los Caídos con tensión entre los partidarios y detractores de Francisco Franco que se increparon a las puertas del recinto, sin que se registraran incidentes, según informa la agencia «Efe».

Los primeros conmemoraban la muerte de Franco y de José Antonio Primo de Rivera, mientras que los colectivos de izquierdas exigían que se destruya la cruz del monumento, por considerar que no es una referencia del cristianismo, «sino del poder franquista».

El encuentro entre ambos grupos ocurrió a primeras horas de la tarde, cuando llegaban dos autobuses con un centenar de miembros del Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid y el Foro Social Sierra de Guadarrama, que tenían permiso para manifestarse a la entrada.

Cuando ambos grupos se vieron, los partidarios de Franco comenzaron a cantar el «Cara al sol» y a gritar «¡Viva Franco!», mientras que los recién llegados corearon «Madrid será la tumba del fascismo» y «Nosotros no olvidamos». Cada grupo permaneció a un lado de la carretera que conduce a San Lorenzo de El Escorial y la Guardia Civil, que desplegó un amplio dispositivo de seguridad, no permitió que se acercasen, por lo que no se registraron incidentes. Al final, los partidarios de Franco se marcharon.