El PP se erigió ayer en garante del modelo autonómico después de que José María Aznar acusara al jefe del Gobierno y a los socialistas de haberlo situado «al borde del precipicio». «Zapatero y el PSOE son los que han hecho todo lo posible para destruir el Estado», llegó a afirmar el ex presidente, quien, en tono enérgico, advirtió al inquilino de la Moncloa que «este país no está para bromas de si me quedo o me voy, ni para pinganillos».

La primera jornada de la Convención Nacional que el principal partido de la oposición celebra en Sevilla ha servido para que todo el PP defienda el modelo autonómico, para insistir en que es la única alternativa de Gobierno y para reivindicar la gestión de los gobiernos de Aznar.

El ex presidente cosechó las ovaciones más cerradas, sobre todo cuando se volcó con su sucesor al frente del PP, como ya hiciera la pasada semana en León. «Querido Mariano. Sabéis que podéis contar conmigo en lo que pueda ser de alguna ayuda, como un militante más, en la gran tarea de sacar a España» de la crisis y «ponerla de nuevo en el camino del éxito», proclamó Aznar.

Para escenificar la sintonía entre el ex máximo responsable del PP y el actual, ambos entraron juntos en el salón plenario de la Convención, donde Aznar y Rajoy flanquearon al presidente fundador del partido, Manuel Fraga, según informa Efe.

Hasta cuatro veces se ha podido escuchar en los discursos la frase de que Aznar ha sido el mejor presidente que ha tenido España, pero el aludido dejó claro en su intervención que lo que España necesita es un Gobierno del PP presidido por Rajoy. Aznar calificó de «sorprendente» que se le acuse de querer «cambiar el modelo de Estado» con su propuesta, lanzada la pasada semana, para hacerlo «racional» y asegurar que «con sus 17 autonomías y sus dos ciudades autónomas» sea sostenible.

El ex presidente acusó a Zapatero de haber hecho todo lo posible para destruir el modelo autonómico, al que ha llevado «al borde del precipicio». «Habrá que empezar por recuperar el gran pacto de 1978: una nación, una que se otorga el derecho a la autonomía y se garantiza la solidaridad; una nación, la española, que tendrá que recuperar el Estado de las autonomías plasmado en la Constitución; una nación que tendrá que trabajar en fortalecer lo que nos une», destacó Aznar.

El ex jefe del Gobierno afirmó que el PP deberá «recuperar la unidad y la concordia» y lo hará «sin revanchas, sin trincheras, sin fracturas y sin intentar ajustar cuentas pendientes».

España necesita un presidente reformista, no un «transformista de la política», dijo Aznar, quien, en sus críticas a Zapatero y en referencia al uso de las lenguas autonómicas en el Senado, afirmó que España no está «para bromas ni para pinganillos», sino para «trabajar en serio».

Por último reprochó a los socialistas que en lugar de mirar de frente a los problemas se «entretenga con líos que sólo a ellos les interesan» sobre «quién sabe cuándo se irá o si se irá quien tendría que haberse ido ya», en alusión a Zapatero.