Palma de Mallorca,

Felipe ARMENDÁRIZ

El empresario Fernando Roig, propietario del club Villarreal, pagó 690.000 euros al duque de Palma, Iñaki Urdangarín, por un informe de once folios copiado de Internet, según han averiguado los investigadores del «caso Palma Arena». Una de las hipótesis de la Policía es que Urdangarín vendió durante varios años sus influencias como miembro de la Familia Real y camufló esos servicios en forma de asesorías de imagen, que fueron contratadas por numerosas entidades particulares y varias administraciones públicas.

Las pesquisas realizadas por la Agencia Tributaria, la Fiscalía Anticorrupción y el grupo de delitos económicos de la Policía Nacional en una pieza separada y secreta del caso están haciendo aflorar las actividades del llamado «grupo Nóos», un ramillete de empresas y sociedades vertebrado en torno al instituto del mismo nombre.

Esta última entidad fue presidida entre 2004 y junio del 2006 por Urdangarín, que tuvo como vicepresidente gerente y mano derecha al profesor universitario Diego Torres.

Torres, Urdangarín y un grupo de afines, entre ellos la esposa del primero y sus dos cuñados, y antiguos docentes y colaboradores de la universidad Esade -donde estudió Urdangarín y tuvo de profesor a Torres- montaron entre 2004 y 2007 una doble fuente de ingresos.

Por un lado, se dedicaron a organizar eventos en ciudades como Valencia, Mallorca y Canarias sobre las sinergias «deporte-turismo», «deporte-ciudades sede de acontecimientos deportivos» o «deporte-integración social». Estos foros fueron patrocinados por instituciones valencianas (Generalitat y Ayuntamiento de Valencia) y el Gobierno balear, que pagaron a Nóos casi seis millones entre 2004 y 2007.

Por otro lado, el «entorno Nóos» diseñó una versátil red de asesorías y consultorías. Numerosas sociedades privadas y algunas entidades públicas contactaron esos años con el microcosmos societario de Nóos para encargar determinados patrocinios, campañas de imagen, estudios, seminarios, charlas y eventos.

Entre las administraciones públicas que fueron «clientes» de Nóos destacan los ayuntamientos de Mataró, Madrid, Alcalá y Valencia, el propio Gobierno balear, la Universidad de Valencia, la Universidad Politécnica, la Generalitat de Valencia, etcétera. En la lista de empresas y otras entidades privadas destacan: Ford, Iberdrola, Bancaja, Villarreal y Valencia, clubes de fútbol; la SGAE; Roig Grupo Corporativo, propiedad de Francisco Roig, ex presidente del Valencia; Toyota, etcétera.

Si el Villarreal abonó a Nóos casi 700.000 euros por un escueto estudio plagiado de internet, la pregunta que se hacen los investigadores es para qué recibió realmente ese dinero Iñaki Urdangarín. Ocurre igual con los contratos que, entre 2005 y 2010, hizo la SGAE con varias entidades del entorno de Nóos. Según una reciente auditoría, la entidad gestora de los derechos de autor abonó casi 760.000 euros a Nóos por un estudio sobre su imagen.

Por su parte, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, dijo que la investigación sobre Urdangarín está aún en una fase «incipiente», aunque no descarta que acabe en la Audiencia Nacional.