Madrid, Agencias

Mariano Rajoy exigió ayer a Amaiur que use «toda su influencia» para que ETA se disuelva de forma inmediata y sin «ninguna condición». El presidente del Gobierno respondió así en el Congreso a la primera pregunta que le plantea en una sesión de control la coalición aberzale, y en su respuesta señaló que el único conflicto vasco que persiste es la existencia de la banda terrorista.

Antes, el portavoz de Amaiur, Xabier Mikel Errekondo, había pedido al Gobierno que «dé pasos» para acabar con el «conflicto vasco», entre ellos la legalización de Sortu, el acercamiento de presos o la creación de una comisión de víctimas en la que estén representadas «todas las partes».

En su respuesta, Rajoy insistió en que su obligación es emplear todos los instrumentos legales para asegurar la «total desaparición» de ETA y hacer que sus miembros «respondan individualmente ante la justicia». Y, dirigiéndose a Errekondo, le espetó: «Ponga en juego toda su influencia, si es que la tiene, para que quienes sostienen esa amenaza armada se disuelvan inmediata, voluntariamente y sin ninguna condición».

El primer «cara a cara» entre Rajoy y Errekondo llega un día después de que la mayoría de las fuerzas del Congreso rechazara en bloque una moción de UPyD que pedía la ilegalización de Bildu y Amaiur. Todos los grupos menos UPyD habían logrado antes un gran acuerdo para gestionar unidos el final de ETA. Ese consenso fue visto ayer como «un paso positivo» por la plataforma en defensa de los derechos de los presos de la banda, pero no por la izquierda aberzale, que no lo considera «factible».

En cambio, Ana Iríbar, la viuda de Gregorio Ordóñez, dio su apoyo a Rosa Díez y le dijo que «vale más estar solo que mal acompañado». Pero el diputado del PP Leopoldo Barreda acusó a la líder de UPyD de «abusar de la buena fe de las personas con su demagogia».