A los españoles los preocupa cada vez más el paro, pero apenas muestran inquietud ante la reforma laboral aprobada en febrero ni por los recortes, según se desprende de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, recogida ayer por la agencia «Efe».

Un barómetro que, en esta ocasión, ha incluido un estudio sobre la enseñanza, calificada de regular por 6 de cada 10 ciudadanos, y otro poselectoral de los comicios del 20 de noviembre de 2011.

Crece la preocupación por el desempleo, la máxima inquietud para el 84 por ciento, por delante de los problemas relacionados con la economía y de los políticos y los partidos. Repunta asimismo la inquietud por la sanidad y la educación, mientras que el terrorismo y ETA son ahora un problema marginal.

Cuatro de cada diez ciudadanos rechaza de plano dialogar con ETA sobre el futuro de sus presos, mientras que un 12,9 por ciento es partidario.

En cuanto a las preocupaciones, apenas un 1,2 por ciento de los encuestados expresa desasosiego ante la reforma laboral, que entró en vigor el 11 de febrero, y únicamente al 1,7 por ciento le causan inquietud los recortes.

La reforma laboral fue origen de la huelga general y el estudio poselectoral del CIS incluye preguntas sobre la participación de los españoles en diferentes tipos de protestas. La mitad los españoles nunca ha hecho huelga (59,7 por ciento) ni ha asistido a una manifestación autorizada (50,5), pero tampoco ha protagonizado acciones como ocupar edificios, participar en encierros o bloquear el tráfico.

Creen los ciudadanos (el 86,8 por ciento) que la situación económica es mala o muy mala y un 37,7 por ciento vaticina un empeoramiento de las expectativas de futuro. Constatan también el mal momento económico del país. Sobre la responsabilidad fundamental, el 30,8 la atribuye al Ejecutivo, el 23,6 a los bancos y el 21,7 a la situación económica internacional.

El 90 por ciento opina que la economía empeoró con Zapatero, pero el 46,6 por ciento no cree que con un Ejecutivo del PP se hubiera gestionado mejor la economía. El 35,2 por ciento considera que la economía va a ir a mejor, el 37,9 piensa que no va a variar y el 14,4 que va a empeorar. El 23 por ciento confiesa que decidió en los últimos días su voto en el 20-N.