La nueva dirección de los presos de ETA, integrada por seis terroristas, ha pedido a los gobiernos español y francés la apertura de un proceso de diálogo. «Les emplazamos a que actúen con seriedad, a que tomen contacto con nosotros. Nos tienen listos para hablar y para dar pasos, tenemos el mandato» de los reclusos de la banda.

Así lo dicen en una entrevista en «Gara» Jon Olarra Guridi, Mikel Albisu (Antza) y Soledad Iparragirre (Anboto), tres históricos ex jefes etarras con penas que suman miles de años y a los que la banda ha colocado al frente de sus presos junto a Anabel Egües (más de 800 años de cárcel), Xabier Alegría (ex portavoz de KAS) y Lorentxa Gimon (del aparato logístico).

«Mientras ETA no se disuelva, no hay nada de que hablar. El día que exijan a la banda su disolución estarán en condiciones de pedir otras cosas», respondió Interior. El Ministerio añadió que los integrantes de la nueva dirección de los reclusos etarras «sólo son unos presos más» y advirtió de que su situación no se va a tratar nunca colectivamente sino de manera individual. Otras instancias del Gobierno optaron por no comentar la oferta de diálogo de los terroristas presos y se remitieron al cumplimiento de la ley.

Preguntados sobre si han tenido contacto con los gobiernos de Madrid y París, los interlocutores del colectivo de presos de ETA afirman que no ha habido ninguna relación desde 2006, pero muestran su disposición total a ello. De momento han situado las peticiones de libertad que han realizado los presos etarras por vez primera -hasta ahora se habían negado a acogerse a beneficios penitenciarios- como una «mano tendida que ha sido rechazada por el momento».

Tres de estos cabecillas cumplen condena en el sur de España, donde están los presos más irredentos. Se trata de Egües (en Algeciras), Xabier Alegría (Cádiz) y el sanguinario Jon Olarra (Granada), cuyas penas suman más de 2.300 años (fue quien intento asesinar al asturiano Juan Junquera). En Francia, donde hay 150 etarras entre rejas, están el que fuera jefe de la banda en los años noventa, Antza, y su compañera, Iparragirre, encargada de los comandos (ambos en Lyon), y Lorentxa Gimon (Rennes). Por otra parte, la fiscalía de la Audiencia reconoció que no hay datos sobre el paradero del histórico etarra Josu Ternera, en busca y captura desde 2002.