El Pleno del Congreso rechazó ayer con la mayoría absoluta del PP y los dos votos de Foro y UPN, las diez enmiendas de totalidad contra los Presupuestos Generales del Estad de 2012 presentadas por otras tantas formaciones, por lo que las cuentas públicas para este ejercicio continuarán ahora con su tramitación.

Tras dos días de debate, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no logró convencer a la mayoría de la oposición, que pedía la retirada del proyecto de ley, y ni siquiera los diputados de CiU, que hasta ahora habían respaldado con sus votos otras reformas como la laboral o la ley de Estabilidad Presupuestaria, han dado un voto de confianza a las cuentas estatales.

Así, la negativa del Gobierno a incluir en los Presupuestos algún tipo de compromiso con la deuda que la disposición adicional tercera del Estatuto reconoce a la Generalitat y que asciende a 219 millones, ha provocado el fracaso de los intentos del Ejecutivo por llegar a un acuerdo con los nacionalistas catalanes para lograr un mayor respaldo político a las cuentas de 2012.

Aunque el PP goza de una mayoría absoluta suficiente para sacar adelante cualquier iniciativa, el Gobierno quería lograr un amplio respaldo político, algo que finalmente no ha conseguido, ya que sólo ha sumado los dos votos de Foro Asturias y de UPN, su socio navarro.

En concreto, fueron 182 votos en contra de la devolución y 156 a favor, más una abstención en el Grupo Popular que, Rafael Merino provocó al apretar por error el botón de la asturiana Mercedes Fernández, que no estaba presente.

Rajoy subrayó que la «fortaleza» de su Gobierno para sacar adelante las políticas que necesita España da «estabilidad y seguridad». Además se mostró convencido de que, aunque estos primeros Presupuestos contienen medidas «difíciles, duras y que no gustan», llevarán «sin ningún género de dudas» a la recuperación económica. En cambio, Josep Antoni Duran i Lleida, de CiU, dijo que España va «hacia una situación alarmante» si no hay pactos de Estado.

Paralelamente el ministro de Economía, Luis de Guindos, se reunió ayer en privado con los portavoces económicos del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero y Valeriano Gómez, para analizar la situación del país. Se trata de un nuevo intento de abrir una vía de diálogo después de que Alfredo Pérez Rubalcaba pusiera punto final a los contactos con Mariano Rajoy a raíz de que el presidente desvelara la reunión privada mantenida por ambos.

Montoro, por su parte, volvió a incidir en que «España necesita a Cataluña para salir de la crisis económica» y que es una comunidad que tiene «toda la prioridad del Gobierno», pero que el objetivo de déficit público es irrenunciable. «No hay margen para gastar más de ninguna manera. Para gastar menos todas las propuestas son bienvenidas», aseguró el Ministro.

«No se va a gastar ni un euro más ni habrá iniciativas parlamentarias que puedan minar la fiabilidad de este presupuesto en un momento tan difícil y problemático», aseveró Montoro, quien subrayó que no le temblará el pulso si tiene que intervenir a alguna comunidad que se desvíe del objetivo de que el conjunto de las administraciones públicas cierren el 2012 en el 5,3 por ciento de déficit. Que «nadie se equivoque» sobre la necesidad de cumplimiento de estos objetivos, avisó.

Sus advertencias fueron especialmente duras al dirigirse a ERC y a ICV, integrantes del tripartito, que dejaron tras de sí un enorme déficit, y que ayer defendieron enmiendas a la totalidad a los presupuestos. «Vamos a clarificar las cuentas de todos porque tenemos las cifras», dijo Montoro después de preguntarles «cuánto han dejado en el cajón».