Barcelona, Agencias

El presidente de Planeta, José Manuel Lara, uno de los empresarios más importantes de Cataluña, advirtió ayer de que el grupo editorial y mediático que preside tendría que trasladar su sede «a Zaragoza, a Madrid o a Cuenca» si la comunidad se independizara. Las declaraciones de Lara reflejan el sentir de buena parte del empresariado catalán, que apoyó a Artur Mas en la reclamación del pacto fiscal pero no quiere ir más allá.

En una entrevista con ABC Punto Radio, el presidente de Planeta dijo que «es imposible» que Cataluña llegue a independizarse, y que tiene la sensación de que esta reivindicación es «un arma de presión» que el presidente de la Generalitat está utilizando para buscar un objetivo «a mitad de camino».

Pero, además, reveló, Mas está «muy presionado por su entorno» y recibe consejos de «gente que está muy nerviosa», mientras que «la situación que estamos viviendo requiere reflexión y serenidad», explicó el editor.

Lara aseguró que sacó estas impresiones de las varias charlas que ha mantenido con el presidente catalán, a quien trasladó en esos encuentros su «enorme preocupación» por la escalada independentista que se está «alimentando» en los dos sentidos. «Me da un miedo horroroso la radicalización del voto» en los comicios del 25-N, dijo.

Lara lamentó que ambas partes «no se hayan sentado a hablar» a fondo sobre estos problemas, y alertó de que la independencia no beneficiaría a Cataluña, sino todo lo contrario, porque tendría que asumir un 20 por ciento de la deuda pública española.

Además, en el supuesto de que una Cataluña independiente pudiera ingresar en la Unión Europea, se convertiría en contribuyente neta de fondos para otros países de la UE , por lo que «aportaría tanto o más dinero» del que actualmente aporta en forma de solidaridad al conjunto del Estado.

Por ello, cree que ni la Europa del euro va a permitir que España se quede fuera de la moneda única ni es concebible pensar en una independencia de Cataluña.

Lara es uno de los pocos empresarios que han expresado en público su preocupación por la hipótesis de una secesión de Cataluña. Y ayer recordó el boicot al cava catalán de 2004, desatado por unas declaraciones del entonces líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, contra la candidatura olímpica de Madrid, para advertir: «En una guerra del cava habrá muertos y heridos graves».

En el supuesto de una Cataluña independiente, un escenario que no contempla, Lara afirmó que él lo tendría «más fácil que nadie», porque no tendría sentido que una editorial «tenga su sede en un país extranjero que habla otro idioma».