El preso de ETA Josu Uribeetxebarria Bolinaga, condenado por el secuestro de Ortega Lara, abandonó ayer por la tarde el Hospital de San Sebastián.

Con sólo 48 kilos, Bolinaga, que padece un cáncer terminal, salió del hospital apoyándose en sus familiares. El alta llega 41 días después de que se le concediese la libertad condicional. El etarra regresó a su casa, ya que no se puede hacer nada por su vida.

La Asociación de Víctimas dijo que la decisión del Gobierno tras las elecciones vascas ha sido «premeditada». Desde la Policía, el sindicato SUP espera que Bolinaga «no siga vivo dentro de un mes». Por otra parte, Estrasburgo revisará la sentencia que condenó a España por aplicar la «doctrina Parot» a etarras.